Los eclipses han despertado la curiosidad del ser humano a lo largo de toda su historia. En el pasado, algunas personas entendían esos eventos como la respuesta de un Dios enfadado, que ocultaba la luz del Sol a los humanos.
Este 2024 los aficionados de la astronomía podrán experimentar cuatro eclipses, dos de Luna y dos de Sol. Te anticipamos sus datos para que no te los pierdas.
Los eclipses han despertado la curiosidad del ser humano a lo largo de toda su historia. En el pasado, algunas personas entendían esos eventos como la respuesta de un Dios enfadado, que ocultaba la luz del Sol a los humanos.
Con el tiempo, la astronomía logró dar una explicación científica acerca de por qué ocurren. Incluso, señala la agencia espacial NASA, estos fenómenos contribuyeron a la formulación de las primeras leyes universales de la física para comprender la estructura del Sol y su desempeño en el Sistema Solar.
Tal como explica el organismo espacial, los eclipses ocurren cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean de forma total o parcial desde la perspectiva terrestre.
En un eclipse solar, la Luna se coloca entre la Tierra y el Sol, bloqueando parcial o totalmente su luz. Mientras que, en uno de tipo lunar, el planeta terrestre se sitúa entre su satélite y la estrella más importante del Sistema Solar, proyectando su sombra sobre la Luna hasta oscurecerla.
Los eclipses de Luna pueden ser vistos durante varias horas y prácticamente desde cualquier parte de la Tierra. Se necesita la oscuridad de la noche y que la Luna esté sobre el horizonte y con el cielo sin nubes. Por otra parte, los eclipses de Sol son visibles en una franja relativamente pequeña de la Tierra y durante un tiempo mucho más breve, en este caso, para poder observarlo sin riesgos para nuestra salud es necesario proteger nuestros ojos y nunca mirar directamente hacia el Sol.
Este 2024 podremos ver desde el extremo sur de Argentina un fascinante eclipse anular de Sol con la formación del "Anillo de Fuego" durante nuestra primavera.
En marzo llega el primer eclipse del año y será penumbral de Luna. Este tipo de eclipse es el menos llamativo dentro de los distintos tipos: penumbral, parcial, central y total.
Ocurre cuando la Luna pasa a través de la penumbra terrestre, la cual genera un sutil oscurecimiento del disco lunar. Si solo una parte de la Luna entra en la región penumbral, el eclipse resultante es de muy difícil observación a simple vista y se denomina eclipse penumbral parcial.
En el caso del eclipse de este mes de marzo será "casi" penumbral total, en el cual la Luna entra por un gran porcentaje (casi el 96 %) dentro de la penumbra, sin pasar por la umbra.
El eclipse penumbral total es poco frecuente, ocurre solo unos tres por siglo y es porque el ancho de la zona penumbral (la diferencia entre el diámetro interno y el límite externo) es solo ligeramente más grande que el diámetro de la Luna.
El eclipse del 24-25 de marzo será visible en gran parte de Europa (el oeste), el norte y este de Asia, gran parte de Australia (el este), gran parte de África (el oeste), parte de la Antártida y toda América, además se dejará ver en los océanos Pacífico, Atlántico, parte del Ártico.
En Argentina será visible, según el sitio meteored.com.ar., siempre y cuando la nubosidad nos lo permita, y los horarios para estar atentos en Buenos Aires serán desde la 1.53 am del 25 de marzo, llegando al máximo de la penumbra a las 4.12 am, el período completo entre el inicio y el final de todas las fases del eclipse tendrá una duración de 4 horas con 39 minutos.
El eclipse total de Sol es el más espectacular para observar, es cuando el día se hace completamente noche por unos instantes mágicos.
Los eclipses solares se clasifican en: “total”, cuando la Luna bloquea completamente el disco solar; “anular”, cuando el disco lunar bloquea solamente el centro del disco solar y deja el conocido “anillo de fuego” alrededor; y “parcial”, cuando la Luna bloquea solo una porción del disco solar.
El eclipse total de Sol sucede cuando la Luna oculta el disco solar visto desde algunas regiones de la Tierra. Esto ocurre cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados y coinciden con la luna nueva, o sea que nuestro satélite natural está muy cerca del plano de la eclíptica. Pero como la Luna no tiene una órbita perfectamente circular, no ocurre un eclipse total en cada luna nueva, tiene 5.24 grados de inclinación respecto de la órbita terrestre, y su sombra no cubre generalmente la Tierra.
Los eclipses totales de Sol son poco frecuentes, porque se necesita de la sincronización de la Luna nueva con una alineación perfecta entre la Luna, el Sol y un observador parado en la Tierra. Por eso existe una pequeña zona del globo terrestre que puede llegar a ver el eclipse total, ya esa zona se la llama 'el camino de la totalidad'.
En esta banda estrecha de la totalidad el día se hace noche, por supuesto que a los costados de esa franja en el mapa y por varios kilómetros, lo que muchas otras regiones pueden observar en un eclipse parcial de Sol; pero pocos tendrán la fortuna de ver la totalidad a menos que se muevan hacia esa zona especialmente, como ocurre en cada uno de estos eventos que congregan turistas, científicos y aficionados a la astronomía.
Este 8 de abril, el estrecho camino de la totalidad, donde la Luna cubre completamente al disco solar provocando un eclipse total, va a recorrer México (de Sinaloa a Coahuila), Estados Unidos (de Texas a Maine) y Canadá (de Ontario a Terranova). Mientras que, un eclipse parcial será visible en casi toda América del Norte y en una parte de Europa occidental.
Lamentablemente, en esta oportunidad no podremos verlo desde Argentina.
Un eclipse parcial de Luna ocurre cuando solo una parte de nuestro satélite natural entra en la umbra (la sombra más dura). En el caso del 17-18 de septiembre la zona del disco lunar que entra en la umbra en un porcentaje muy pequeño, es casi un eclipse penumbral, solo se podrá observar una parte del disco lunar teñirse en un tono anaranjado o rojizo, no se verá una Luna de sangre entera.
Este eclipse será visible en Europa, gran parte de Asia (el oeste), África, la mayor parte de América y Antártida, y sobre los océanos Pacífico, Atlántico, Índico, Ártico y Antártico. Se verá desde Argentina y tendrás que estar atento, por ejemplo, en Buenos Aires, desde las 21.41 HOA con el inicio del eclipse penumbral, llegando a las 23.44 HOA al máximo del eclipse parcial.
Un “eclipse anular de Sol” ocurre cuando la Luna cubre exactamente el centro del disco solar, y nos deja a la vista el borde de nuestra estrella en el momento del máximo, ya esto se lo llama “Anillo de Fuego”.
Este tipo de eclipse muy especial ocurrirá el próximo 2 de octubre del 2024, y en el sur de Sudamérica tendremos la fortuna de poder observarlo durante la tarde en Argentina, si la abundante nubosidad de esas latitudes nos lo permite.
El impactante eclipse anular comenzará sobre el océano Pacífico y avanzará por su ruta (la línea delgada de la anulidad), pasando por el sur del territorio argentino y chileno, en zona de Reserva Naturales, islas y Parques Nacionales, sobre todo. Los más afortunados serán los ubicados en la Isla de Pascua (Chile); y en la Ciudad de Puerto Deseado (Argentina), atravesando además toda la provincia argentina de Santa Cruz, desde donde también se podrá observar el eclipse anular de Sol.
Para ver este eclipse anular de Sol del 2 de octubre en Argentina, necesitarás proteger muy bien a tus ojos.