Matías Rossi se postuló como el principal perseguidor del implacable Agustín Canapino en la recta final de la temporada del Turismo Carretera en la lucha por el título 2025.
El piloto de Del Viso fue 4º en Paraná, se metió en la Copa de Oro y es el nuevo escolta del Titán de Arreceifes. Diego Azar ileso tras un golpazo.
Matías Rossi se postuló como el principal perseguidor del implacable Agustín Canapino en la recta final de la temporada del Turismo Carretera en la lucha por el título 2025.
El piloto de Del Viso se oficializó como aspirante a la corona y con la cosecha en la capital de Entre Ríos quedó como escolta del torneo con sus 108 unidades.
Al campeón de la categoría en 2014 todavía le resta concretar el triunfo que establece el reglamento para tener todos los requisitos cumplidos para ir a la caza del Titán de Arrecifes que parece imparable.
Canapino ganó este fin de semana su 4ª final consecutiva, algo que no sucedía en el TC desde Emilio Satriano en la temporada 1990, para cumular 155 unidades.
Con dos competencias para terminar la temporada, que incluye el Gran Premio Coronación en La Plata con puntaje y medio, las chances de Rossi están intactas.
Tiene el talento, la jerarquía y el temperamento para ser el principal rival de Canapino en la recta decisiva. El Toyota del Pradecom fue de menor a mayor en el 2025 y tal vez sea la oportunidad del zarpazo en la última curva del año.
Diego Azar fue protagonista de uno de los accidentes más impactantes del fin de semana en Paraná, cuando su Toyota se despistó e impactó contra los neumáticos de seguridad obligando al ingreso del Auto de Seguridad en el último relanzamiento de la final.
La rotura de una llanta provocó el despiste, sin mayores consecuencias para Diego ni para el Toyota, según describió el propio Azar.
Martín Vázquez no pudo concretar ni una vuelta en la final de Paraná, por un toque que recibió de Gastón Mazzacane y lo dejó sin posibilidades.
