Franco Colapinto renovó la superlicencia en el autódromo de Buenos Aires. El pilarense revolucionó el Oscar y Juan Gálvez donde se presentó para realizar el trámite que sostenga su sueño de continuar en la Fórmula 1. Firmó autógrafos y sacó fotos con colegas.
Colapinto sorprendió con su presencia en La Catedral del automovilismo nacional a renovar la licencia médica y deportiva que le permita correr internacionalmente este año y llegó en la mañana del martes con su Toyota Hilux.
Quien justo estaba en el lugar indicado era Nicolás Vázquez, piloto de la Clase 3 de la Asociación Libres Mil Agrupados (ALMA). Cuando estaba por ingresar hacerse los estudios le comentaron sobre la presencia del piloto de Williams. No dudó y salió corriendo a buscarlo para inmortalizar el encuentro con una foto.
La licencia internacional es un registro profesional que se renueva todos los años. En Argentina la única entidad homologada por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para habilitar a un piloto a correr a nivel internacional es el Automóvil Club Argentino (ACA). El ACA, a su vez, hace este trámite por medio de su Comisión Deportiva Automovilística (CDA), que es la que también otorga la licencia médica. Esa gestión se realiza en el centro médico del autódromo de Buenos Aires.