Continúa llevándose a cabo la misión veterinaria de la organización internacional Four Paws en el predio del ex Zoo Luján, entre intervenciones médicas, cirugías y tratamientos de urgencia sobre animales que permanecieron años en condiciones críticas.
Según indicó el medio lujanense El Civismo, desde el inicio de las evaluaciones (el 23 de octubre) el equipo logró estabilizar a decenas de grandes felinos y a dos osos, en lo que ya es considerada la operación de este tipo más importante realizada en tan corto plazo en América Latina.
En su momento, las evaluaciones veterinarias iniciales -encabezadas por el Dr. Amir Khalil- expusieron un cuadro clínico alarmante. Los especialistas detectaron fracturas dentales severas, garras encarnadas que perforaban las propias patas de los animales y graves afecciones en órganos internos.
A su vez, en varios casos se constató que los ejemplares habían sido desungulados —tal como se conoce a una amputación en la última falange para quitar las uñas—, lo que les provocó deformidades crónicas en las extremidades.
El medio antes mencionado señaló que la gravedad de las infecciones obligó a realizar cirugías de alta complejidad: dos leones debieron someterse a amputaciones parciales de sus colas para frenar procesos infecciosos avanzados, mientras que otros animales fueron intervenidos de urgencia para evitar un desenlace similar.
“Es una de las operaciones veterinarias más grandes en la historia. Nuestro trabajo implica el chequeo veterinario de 62 grandes felinos y dos osos”, afirmó Luciana D’Abramo, Directora de Programas y miembro del Consejo Ejecutivo de Four Paws.
Además, agregó que “estos animales no conocen la naturaleza. Una vez que pasan este tiempo en cautiverio, después la naturaleza ya no es más una opción y los santuarios se vuelven la única opción. No tienen los instintos de supervivencia, no podrían sobrevivir en la naturaleza, podrían ser un peligro enorme por riesgos de zoonosis o transmisión de enfermedades”.
El doctor sostuvo que “tenemos espacio en algunos de nuestros santuarios”, al tiempo que adelantó que “no nos vamos a ir hasta que todos los animales estén en condiciones apropiadas para su especie. Algunos de los otros animales de los que no somos responsables directos en este momento, también vamos a estar conectando con otras organizaciones para que se encuentren soluciones”.
Entre los hitos médicos se destaca la cirugía reconstructiva de la tigresa Flora, a quien se le extrajeron fragmentos astillados de una pata, logrando una mejora inmediata en su calidad de vida. En otro caso crítico, la tigresa conocida como “Medioloca” pudo conservar su cola gracias a una operación que detuvo una infección que avanzaba rápidamente.
En tanto, los osos pardos Gordo y Florencia no habían podido hibernar durante años debido a las condiciones inapropiadas del lugar, lo que agravó su estado general de salud. En estos casos, la organización informó que llegaron al entonces Zoo Luján cuando eran crías y pasaron allí prácticamente toda su vida. Ambos tendrán como destino el Bear Sanctuary Belitsa, en Bulgaria, aunque el traslado requiere complejas gestiones logísticas y administrativas que aún están en curso.
“Fueron cinco años en los que se murieron muchos animales. Lo que hicimos nosotros con Fundación Zorba es articular desde el gobierno, Four Paws y el ex zoológico para que Four Paws pudiera entrar a trabajar”, expresó Isabel de Estrada, fundadora de Fundación Zorba.
Dicha fundación forma parte de la articulación con Four Paws y el gobierno nacional para llevar adelante la intervención. Desde la clausura del predio en 2020, muchos animales murieron y los sobrevivientes fueron mantenidos con vida por personal del ex zoológico.
En el marco de esta misión, los ejemplares están siendo asistidos, vacunados, desparasitados y castrados, en línea con la política de la organización de evitar la reproducción de animales salvajes en cautiverio.