El Jubileo, también conocido como Año Santo, es un evento extraordinario y solemne de la Iglesia Católica que tiene lugar cada 25 años. Este año especial está dedicado a la reconciliación, la conversión y la renovación espiritual, ofreciendo a los fieles la oportunidad de recibir la indulgencia plenaria, es decir, la gracia que borra toda pena causada por los pecados cometidos y confesados hasta el momento de recibirla.
Este período que se inició el pasado 24 de diciembre y que se extenderá al enero de 2026, representa un momento de gran importancia para millones de fieles de todo el mundo. Será el segundo Jubileo ordinario presidido por el Papa Francisco, después del Jubileo extraordinario de 2015 dedicado a la misericordia.
En este contexto, ciertas Iglesias son designadas como "jubilares" de modo que a través de ellas se pueden obtener las indulgencias plenarias durante este año. En Pilar, la Iglesia Sagrada familia, que es Santuario de Nuestra Señora del Cielo, es una de ellas.
"Durante todo el 2025 vení a obtener la gracia de la Indulgencia Plenaria para vos y para fieles difuntos. De la mano de María seamos peregrinos de la Esperanza", expresan desde el templo ubicado en Pedro Pico 1686, esquina Los Naranjos, La Lonja. Bajada km. 46 Panamericana, ramal Pilar.
- El Santuario está abierto todos los días de la semana de 18:30 a 20:30. Los viernes de 9 a 16 y de 18:30 a 20:30. Domingos de 9:30 a 13:30 y de 18:30 a 20:30.
- Los horarios de Misa son los siguientes: martes y jueves a las 19; viernes a las 15, sábados 19:30 y domingos: 10:30, 12:15 y 19.
- Horarios de Misa especiales: segundo miércoles del mes a las 19. Primer viernes de mes a las 9 y a las 15. Cuarto viernes de a las 19. Todos los días 15 de mes a las 19.
- Confesiones durante enero y febrero: jueves de 18 a 19; viernes de 14:30 a 15; sábados de 19 a 19:30; domingos de 11:30 a 12:15, 13:15 a 13:45, 18:30 a 19. Primer viernes de mes: 9:30 a 10:30
- Rezo del Rosario: previo a cada Misa.
Por otra parte, la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, templo cabecera del distrito, y el santuario de Schoenstatt en Los Olmos, también fueron designados Iglesias Jubilares.
Iglesia moderna cargada de historia
Inaugurada en 2018, la Iglesia de la Sagrada Familia es uno de los templos católicos más recientes del distrito. La imagen trazada de Nuestra Señora del Cielo, el vitral del rosetón y un imponente campanario son la puerta de entrada a un santuario cuya modernidad no está reñida con la calidez.
Sus paredes, revestidas en piedra concluyen en un altar iluminado por la luz natural que se cuela a través de su cúpula vidriada y que realza la pintura central, réplica de la Sagrada Familia de Murillo, pintor barroco español del siglo XVII.
En coincidencia, en el mismo siglo comenzó a gestarse la historia de, quizás, la figura más valiosa que guarda la iglesia ubicada en La Lonja. Se trata de un Cristo crucificado tallado en madera, elevado a la derecha del altar. La imagen de color blanco de un Jesús doliente, atesora entre sus cinceladas retazos de siglos, drama y devoción infinita.
La imagen fue adquirida en Oberammergau (Alemania), un pueblo cercano a los Alpes bávaros, que en 1633, al igual que el resto de Europa, estaba siendo castigado por la peste bubónica. Desolados por la tragedia, sus lugareños prometieron ante la Cruz que si cesaba la epidemia, el pueblo dramatizaría la Pasión de Cristo cada 10 años sin cesar.
La historia cuenta que desde aquel compromiso no volvieron a registrarse muertes por la peste en el pueblo, que desde entonces y cada una década realiza una representación teatral del calvario y la muerte de Cristo. Esto convirtió a la ciudad en un sitio de relevancia dentro del circuito de turismo religioso.
El valor de la pieza se completa con la Cruz sobre la que se erige la figura. Se trata de un madero de olivo, que cuenta con el peso de su propia historia teniendo en cuenta que fue adquirido en Jerusalén por el mismo matrimonio que donó la imagen de Jesús.
Marta Quevedo y Oscar Smith son los fundadores de la Misión de Nuestra Señora del Cielo, una asociación de misioneros laicos que fue la encargada de la construcción de la Iglesia y que además cuenta con una labor social a través de comedores comunitarios, entre otras actividades.
Los orígenes del Jubileo
El Jubileo tiene raíces profundas que se remontan al Antiguo Testamento. Según la tradición bíblica, cada cincuenta años se proclamaba un tiempo especial de libertad y reconciliación, durante el cual se perdonaban las deudas, se liberaban los esclavos y se devolvían las tierras a sus propietarios originales.
En el contexto cristiano, el Jubileo fue oficialmente instituido en 1300 por el Papa Bonifacio VIII como un tiempo de perdón y renovación espiritual. Desde entonces, se ha convertido en un evento regular de la Iglesia Católica, celebrado cada 25 años, con algunas excepciones para los Jubileos extraordinarios proclamados en ocasiones especiales.
El significado espiritual del Jubileo
En el corazón del Jubileo está el concepto de la indulgencia plenaria, que representa la remisión total de los pecados para los fieles que cumplen con ciertas condiciones: confesión sacramental, participación en la Eucaristía, oración según las intenciones del Papa y la realización de una obra de misericordia o un peregrinaje.
Este tiempo también sirve como una invitación a la conversión personal y a la reconciliación con Dios y con los demás. Los fieles son alentados a renovar su fe, profundizar su vida de oración y realizar actos de caridad hacia los más necesitados.
El rito de apertura de la Puerta Santa
Uno de los momentos más significativos del Jubileo es la apertura de la Puerta Santa, un rito lleno de simbolismo. Esta puerta especial se encuentra en cada una de las cuatro basílicas papales de Roma: Basílica de San Pedro; Basílica de San Juan de Letrán; Basílica de San Pablo Extramuros y Basílica de Santa María la Mayor.
La Puerta Santa se sella al final de cada Jubileo y se reabre únicamente para el siguiente. Cruzarla representa un signo tangible de conversión y un camino hacia la salvación. El rito de apertura comenzará con la Puerta Santa de San Pedro, seguido de las otras basílicas en los días posteriores.
Los peregrinajes durante el Jubileo
El peregrinaje es una de las prácticas más comunes durante el Jubileo. Fieles de todo el mundo viajan a Roma para visitar las basílicas papales y cruzar la Puerta Santa. Este gesto simbólico va acompañado de oración, reflexión y participación en los sacramentos.
Más allá de Roma, muchas diócesis en todo el mundo abrirán Puertas Santas en catedrales y santuarios designados, permitiendo que los fieles vivan la experiencia jubilar dentro de sus comunidades locales.