El Padre Sayu volverá a Pilar este domingo para celebrar su multitudinaria Misa por los enfermos en la capilla de Villa Marista. En esta ocasión, llegará acompañado de reliquias de Santa Teresa de Calcuta.
El sacerdote indio ofrecerá en Pilar una Misa con imposición de manos. Llegará acompañado por reliquias de la religiosa fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad.
El Padre Sayu volverá a Pilar este domingo para celebrar su multitudinaria Misa por los enfermos en la capilla de Villa Marista. En esta ocasión, llegará acompañado de reliquias de Santa Teresa de Calcuta.
Tal como explicó el sacerdote indio a El Diario, "las reliquias son objetos físicos de un santo o una santa. Por ejemplo, un fragmento de cráneo, hueso, dientes, cabello, que son las de primera categoría, o las de segunda categoría, que son aquellas de algo perteneciente al santo, como por ejemplo un pedazo de su ropa". En este caso, arribará a Pilar parte del manto o Saari de la religiosa.
"Siempre -aclaró- son entregadas de forma responsable por parte de la autoridad eclesial, con un registro de los datos de la persona que la recibe, debido a su carácter sacro santo. Los fieles veneran (no adoran) la reliquias para pedir a Dios por sus intercesión para la salud, curación, consuelo o solución en los problemas".
En el mismo sentido, destacó que "es una gracias muy grande para los pilarenses tener esta ocasión, que no es nada común" y por este motivo, "recomiendo traer también los medicamentos para recibir la bendición, entonces su eficacia es diferente".
El encuentro tendrá lugar en la capilla de Villa Marista (Champagnat 1352) a las 13:30 y se realizará en el marco de los talleres sobre el "Año de gracia, un año para confiar en los planes de Dios" que el cura realiza en el distrito una vez por mes.
Durante siete años, el Padre Sayu, de 56 años, estuvo asignado al Instituto Verbo Divino y poco a poco sus misas con imposición de manos fueron convirtiéndose en un fenómeno multitudinario de fe que llegó a congregar hasta 500 fieles que buscaban en él una herramienta para sanar sus problemas físicos y espirituales.
“Si uno tiene apertura, si se abre a la fe, ve resultados mucho más contundentes”, afirmó el sacerdote en diálogo con El Diario.
Aunque se ocupa de aclarar que él es solo un “intermediario” entre los hombres y Dios, y que es éste quien “obra a través de mis manos”, asegura haber conocido “muchas personas que se fueron más aliviadas después de las misas y con otra fortaleza, otro espíritu, para hacer frente a enfermedades o a distintos problemas”.
Licenciado en lengua y literatura inglesa, incluso antes de descubrir su vocación sacerdotal, Sayu se sentía impactado por los testimonios de quienes –en las misas de su pueblo- aseguraban, por ejemplo, haber abandonado la bebida gracias a la Palabra de Dios.
Ya en Argentina, hace más de una década, fueron los fieles que acudían a sus misas en Adrogué, los primeros en darle indicios de que algo especial sucedía en esos encuentros que luego fueron replicados en Pilar hasta el 2019, cuando partió hacia España para terminar su doctorado en Teología.
Durante el 2020, su trabajo en la parroquia Santa María de la Saleta de Madrid se abocó a ayudar a los más golpeados por la pandemia, entregando alimentos y productos de limpieza. En marzo de 2022 pudo regresar al país aunque esta vez la congregación de Misioneros del Verbo Divino lo designó al frente de la Parroquia Cristo Redentor de Lomas de Zamora.
Madre Teresa
La Madre Teresa de Calcuta, nacida el 26 de agosto de 1910 en Macedonia del Norte bajo el nombre de Anjezë Gonxhe Bojaxhiu, fue una monja católica de nacionalidad albanesa e india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950. Su fallecimiento se produjo el 5 de septiembre de 1997.
Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento en la India y luego en otros países del mundo. Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II. Su canonización fue aprobada por el papa Francisco en diciembre de 2015, después de que la Congregación para las Causas de los Santos reconociera como extraordinaria la curación de un brasileño enfermo en estado terminal. El acto oficial de canonización tuvo lugar en Roma en la mañana del domingo 4 de septiembre de 2016.
Cabe recordar que la religiosa visitó la Argentina en dos ocasiones. La primera en 1979, poco antes de recibir el Premio Nobel de la Paz, cuando arribó a Zárate donde las Misioneras de la Caridad ya habían establecido una sede, y la segunda en 1982. Durante sus visitas, también recorrió también zonas de Santa Fe y Córdoba, como Rafaela y Frontera.
