El empresario y coleccionista de autos Federico Álvarez Castillo presentó en Pilará Cars al Brutus 1700HP, un auto de diseño propio y fabricado en la Argentina, con un motor de avión de la Segunda Guerra Mundial.
Es el Brutus 1700HP, propiedad del coleccionista Federico Álvarez Castillo. Lo presentó en su espacio Pilará Cars. Quiere llevarlo a las salinas de Jujuy y superar los 400km/h.
El empresario y coleccionista de autos Federico Álvarez Castillo presentó en Pilará Cars al Brutus 1700HP, un auto de diseño propio y fabricado en la Argentina, con un motor de avión de la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de un Rolls-Royce Packard de doce cilindros y 17 litros, al que planea llevar al norte argentino para batir récords de velocidad. El automóvil tiene como característica más llamativa que fue equipado con un motor de avión de la Segunda Guerra Mundial.
Como explicó el sitio especializado Motor 1 Argentina, se trata de un auto artesanal con carrocería fabricada en Tigre por Gerardo Frank y trabajos de mecánica de Jorge Martucci. En diálogo con Carlos Cristófalo, del sitio antes mencionado, Álvarez Castillo explicó que "es un proyecto que tenía en carpeta desde hace más de 15 años (...) Siempre había otros proyectos más urgentes que nos obligaban a postergar la idea del Brutus. Ahora, por fin, pudimos concretarlo".
En cuanto motor de avión de la Segunda Guerra Mundial, comprado en Estados Unidos, el empresario detalló que "en los años '30, en plena carrera armamentística en todo el mundo, el Gobierno norteamericano le compró la patente de un motor de avión descomunal a Rolls-Royce: tiene 12 cilindros, 17.000 centímetros cúbicos y una potencia de 1.700 caballos de fuerza". Por eso, "cuando encontré uno de estos motores y lo compré, desde el primer día pensé en diseñar un auto de época alrededor de esta mecánica".
El deportivo artesanal tiene casi seis metros de largo, está calzado con ruedas del tren de aterrizaje de aviones Boeing y tiene el 12 cilindros Rolls-Royce Packard en el centro. En él, el conductor va sentado prácticamente sobre el tren trasero de Brutus, justo detrás del motor y rodeado por los escapes que escupen llamaradas de fuego de hasta un metro de largo.
"El diseño es mío, pero está inspirado en los autos de récord de las salinas de Estados Unidos", explicó Álvarez Castillo (propietario de la marca de indumentaria Etiqueta Negra). "Eran autos con motores de avión capaces de superar los 400 km/h en esos desiertos de sal", agregó.
Es por esto que el coleccionista sueña con llevar a Brutus a las Salinas Grandes de Jujuy, "donde en cierta época del año la superficie podría permitir alcanzar grandes velocidades. No sé si romperemos algún récord, pero no tengo dudas de que nos vamos a divertir". Y agregó, entre bromas, que para frenar "vamos a necesitar un paracaídas. Y seguramente con el logo de Etiqueta Negra".