Este sábado, cientos de fieles arribarán a la Iglesia de la Sagrada Familia para celebrar un nuevo aniversario de la advocación mariana Nuestra Señora del Cielo.
La advocación mariana cumple un nuevo aniversario y lo celebra en su Santuario ubicado en el Kilómetro 46 de la Panamericana. Estará presente Marta, una mujer cuyas reflexiones convocan a cientos de fieles que confían en su don de ser un instrumento de la Virgen. También arribará el Obispo Pedro Laxague.
Este sábado, cientos de fieles arribarán a la Iglesia de la Sagrada Familia para celebrar un nuevo aniversario de la advocación mariana Nuestra Señora del Cielo.
El calendario de actividades arranca a las 17:30 en la parroquia que funciona como Santuario de dicha advocación, con una adoración al Santísimo y oración de sanación con Marta, una mujer cuyas reflexiones convocan a cientos de fieles que confían en su don de ser un instrumento la Virgen María en la Tierra.
A las 18:30 tendrá lugar la Santa Misa a cargo del obispo Pedro Laxague. Tal como adelantaron los organizadores, se espera la presencia de personas de todo el país y unos 20 sacerdotes.
La Iglesia de la Sagrada Familia está ubicada en Pedro Pico 1686, esquina Los Naranjos, La Lonja. Bajada km. 46 Panamericana. Sentido a CABA.
Historia
Para hablar del origen de esta advocación hay que remontarse al 15 de setiembre de 1999, cuando la Virgen inicia su misión con tres laicos. Ese día marcó el inicio de la misión de la Asociación de Fieles Misioneros de Nuestra Señora del Cielo que desde entonces se encuentra en nuestra Diócesis de Zarate-Campana.
Allí se iniciaron los primeros cenáculos de oración y el trabajo misionero en las parroquias. Con el transcurso de los años, los misioneros crecieron en cantidad y presencia geográfica, tanto en Argentina como en otros países donde la acción de la Virgen abre caminos para continuar expandiendo la obra.
Desde 2018 la Misión tiene su sede en la Iglesia de la Sagrada Familia, en Pedro Pico al 1686, La Lonja. Monseñor Pedro María Laxague, no sólo consagró el Templo, sino que se refiere a él como el Santuario de Nuestra Señora del Cielo.
El Santuario es el centro de la vida espiritual de la Misión. En él se celebran Misas dominicales, pero también Misas en días de semana y sábado por la noche. También es casa de sacramentos como matrimonios, bautismos, primeras comuniones y confirmaciones.
Inaugurada en 2018, la Iglesia de la Sagrada Familia es uno de los templos católicos más recientes del distrito. La imagen trazada de Nuestra Señora del Cielo, el vitral del rosetón y un imponente campanario son la puerta de entrada a un santuario cuya modernidad no está reñida con la calidez.
Sus paredes, revestidas en piedra concluyen en un altar iluminado por la luz natural que se cuela a través de su cúpula vidriada y que realza la pintura central, réplica de la Sagrada Familia de Murillo, pintor barroco español del siglo XVII.
En coincidencia, en el mismo siglo comenzó a gestarse la historia de, quizás, la figura más valiosa que guarda la iglesia ubicada en La Lonja. Se trata de un Cristo crucificado tallado en madera, elevado a la derecha del altar. La imagen de color blanco de un Jesús doliente, atesora entre sus cinceladas retazos de siglos, drama y devoción infinita.
La imagen fue adquirida en Oberammergau (Alemania), un pueblo cercano a los Alpes bávaros, que en 1633, al igual que el resto de Europa, estaba siendo castigado por la peste bubónica. Desolados por la tragedia, sus lugareños prometieron ante la Cruz que si cesaba la epidemia, el pueblo dramatizaría la Pasión de Cristo cada 10 años sin cesar.
La historia cuenta que desde aquel compromiso no volvieron a registrarse muertes por la peste en el pueblo, que desde entonces y cada una década realiza una representación teatral del calvario y la muerte de Cristo. Esto convirtió a la ciudad en un sitio de relevancia dentro del circuito de turismo religioso.
El valor de la pieza se completa con la Cruz sobre la que se erige la figura. Se trata de un madero de olivo, que cuenta con el peso de su propia historia teniendo en cuenta que fue adquirido en Jerusalén por el mismo matrimonio que donó la imagen de Jesús.
Marta Quevedo y Oscar Smith son los fundadores de la Misión de Nuestra Señora del Cielo, una asociación de misioneros laicos que fue la encargada de la construcción de la Iglesia y que además cuenta con una labor social a través de comedores comunitarios, entre otras actividades.