Esta semana, la Subsecretaría de Obras Públicas bonaerense informó que fracasó el llamado a licitación para restaurar dos casonas de la antigua estancia de Benito Villanueva, ubicadas en la localidad de Ingeniero Maschwitz, originalmente parte del Partido de Pilar.
El proyecto, que consistía en la restauración integral de los inmuebles y su unión (ya que hoy están separados por una calle interna), no prosperará por el momento, debido a que las empresas interesadas manejaban un presupuesto mucho mayor que el estipulado por el Estado.
¿Quién fue don Benito Villanueva? Nada menos que el vecino de Pilar que llegó a ser Presidente de la Nación…
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Villanueva se instaló en lo que ahora es Ingeniero Maschwitz (en ese momento Partido de Pilar) en 1889.
Paraíso
Villanueva nació en mayo de 1854 en Mendoza, donde la tragedia lo sacudió muy pronto: cuando tenía 7 años, sus padres murieron por un brutal terremoto que destruyó a la provincia, por lo que debió criarse con unos parientes de Santa Fe.
Su capacidad innata le permitió recibirse de abogado primero y amasar una fortuna fabulosa después como empresario ganadero, lo que lo convirtió en uno de los hombres más influyentes del país a principios del siglo XX.
Ya siendo dueño de un importante capital, compró 4 mil hectáreas entre los distritos de Pilar y Tigre en 1882 (tierras de El Talar de Pacheco y Benavídez), mientras que en 1889 adquirió los terrenos en los que erigió la estancia Los Arenales.
De hecho, fue el impulsor de la imposición de nombre a la zona como Ingeniero Maschwitz, en homenaje a su amigo, un destacado profesional de la época que en 1910 murió en un accidente de tránsito.
Según detalla el sitio Escobar en la Historia, de Juan Pablo Beliera, Los Arenales exhibían “una intensiva forestación compuesta por aromos, pinos, casuarinas, alerces, acacias, fresnos, cedros, eucaliptos, entre otras especies”.
Además, “sobresalían sus magníficas arcadas de ladrillos que remarcaban las amplias galerías de su frente, modulando el espacio y marcando los diferentes aposentos. Aberturas ‘art-nouveau’ se complementaban con carpintería española y revestimientos de tablero replanado, especialmente en accesos y escaleras, confiriéndole una singular distinción y buen gusto”.
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La antigua estancia Los Arenales es Monumento Histórico Nacional.
El lugar fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2000, a partir de la sanción de la Ley 25.376. Actualmente, allí funciona el Polo Educativo de Educación Superior de Escobar, entre otras dependencias.
Influyente
En su trayectoria política, Villanueva fue diputado, senador nacional y hasta vicepresidente del Senado por el Partido Conservador.
Al ingresar en la línea sucesoria, ocupó la presidencia de la nación en forma provisoria durante licencias de José Figueroa Alcorta, vicepresidente que completó el mandato de Manuel Quintana.
Lo mismo sucedió en los tiempos de Hipólito Yrigoyen: al fallecer el vicepresidente Pelagio Luna, Villanueva tomó la presidencia del Senado, ocupando la presidencia en forma provisional ante licencias o viajes del caudillo radical.
Además, dirigió a los Bancos Nación y Provincia y al Ferrocarril Central Córdoba, entre otras instituciones. En el ámbito privado, fue cuatro veces presidente del Jockey Club.
Incluso se destacó como criador de caballos pura sangre, por lo que en el Hipódromo de Palermo se corre cada año el clásico “Dr. Villanueva”.
Volviendo a Los Arenales y alrededores, fue artífice de la llegada del tren y en el pueblo intentó construir un hotel y hasta un casino para jugar con sus amigos, pero no prosperó.
También comenzó el “canal Villanueva”, de 60 metros de ancho y 1,5 kilómetros de largo. Estaba dentro de la estancia, pero el objetivo era más ambicioso: instalar un puerto de yates, similar al actual puerto de frutos de Tigre.
Villanueva murió el 8 de abril de 1933, a los 78 años. Su legado continúa presente en la comunidad que ayudó a desarrollar, aunque por el momento la restauración de la estancia que fue símbolo de su fortuna y opulencia deberá esperar.