Vecinos del barrio Salas, de la localidad de Del Viso, se manifestaron con pancartas este martes frente al Palacio Municipal, oponiéndose a ser desalojados de sus viviendas y emprendimientos.
Vecinos del barrio Salas, de la localidad de Del Viso, se manifestaron con pancartas este martes frente al Palacio Municipal, oponiéndose a ser desalojados de sus viviendas y emprendimientos.
La zona en disputa está ubicada en Ruta 26, entre las calles Moyano y Ambrosetti. Los afectados aseguran haber comprado los terrenos de forma legal y de buena fe hace más de una década, contando en muchos casos con los boletos de compra venta.
Según se indicó son 18 las familias damnificadas, con un total de 63 integrantes -entre ellos 26 menores, uno de los cuales es discapacitado-. Su permanencia en el lugar no había tenido sobresaltos hasta que el pasado 21 de mayo recibieron una orden de desalojo (a ser cumplida en junio) por parte del Juzgado Nº6 Cámara 3º del Departamento Judicial de San Isidro, en cumplimiento de los dispuesto por el juez Mariano Bonanni.
Ante esta situación, los vecinos iniciaron una serie de apelaciones ante la Justicia, hasta el momento con fallos adversos, situación que decantó en una protesta el pasado sábado con quema de neumáticos en Del Viso. Este martes se trasladaron a la puerta del Palacio Municipal.
Reclamo
“Estamos hace 11 años y les compramos los terrenos a una mujer. Todos tenemos casas y negocios, yo levanté una empresa, hay locales… Todo se compró en forma legal, no sabíamos que había un juicio y por eso construimos”, expresó a El Diario Javier Paredes, uno de los afectados, durante la protesta frente al Municipio.
En mayo “llegó una cédula judicial y un oficial de Justicia dejó un papel avisando del desalojo. Después de nuestra apelación, la Cámara resolvió darle la razón en tiempo récord, apenas cinco días, a la persona que quiere desalojar”, agregó.
Por lo pronto, los vecinos podrán apelar nuevamente dentro de diez días, mientras que el próximo objetivo es hacer una presentación ante la Corte Suprema.
“Pago todos los impuestos de provincia y municipio, servicios, tengo empleados en blanco –afirmó Paredes-. Si yo hubiese sabido que había algún problema, no hubiese comprado ni montado una empresa. Era un baldío”.
Por su parte Cristina, otra damnificada, acotó: “La gente que nos quiere desalojar supuestamente en su momento los había comprado en una subasta, pero nunca tomó posesión de los terrenos. La señora que nos vendió estuvo viviendo ahí 25 años y jamás la quisieron sacar”. Y resaltó que “todos compramos, nadie usurpó nada. Mucha gente hizo la inversión de su vida y levantó ladrillo por ladrillo. No somos usurpadores sino dueños. Compramos y por eso venimos a reclamar”.
Los frentistas recordaron además que “hicimos hasta las mejoras de la calle y un entubamiento de la ruta 26, con dinero nuestro”; y que según versiones “ya tienen pensado hacer condominios, tienen el negocio hecho con inmobiliarias. Tienen todo armado”.
Por esto, expresaron: “Queremos que nos den respuestas y seguir la cadena para saber a quién le compraron ellos”.