Testimonio

Números idénticos: la odisea de “compartir” el DNI

Beto Pinheiro, vecino de Pilar, posee el mismo documento que una mujer de Tortuguitas. Fue a hisoparse y el resultado llegó a nombre de ella. También lo complica a la hora de hacer compras o abonar cuotas.

Por Redacción Pilar a Diario 21 de enero de 2022 - 15:35

Vecino del centro de Pilar, Beto Pinheiro es uno de los pioneros de los medios locales. Nacido en 1943, tuvo su Libreta de Enrolamiento hasta el año 1968, cuando se cambió el sistema al actual Documento Nacional de Identidad (DNI).

Sin embargo, Pinheiro comparte su número con el de una mujer, situación que descubrió hace 20 años pero que le sigue dando dolores de cabeza, como cuando días atrás debió hisoparse para saber si tenía Covid-19.

“El lunes pasado me realicé el test de hisopado en el centro del kilómetro 46 y me llegó el resultado a nombre de ese fantasma con nombre de mujer que me persigue desde esta época de los DNI…”, expresó. Ese “fantasma” recurrente se llama Miguelina Díaz y, curiosamente, está domiciliada cerca de Pilar, en la localidad de Tortuguitas.

“Me llegó el resultado negativo pero a nombre de Miguelina Díaz –comentó a El Diario-, por eso volví al vacunatorio para explicarles y lo anotaron, pero el resultado en forma digital está a nombre de esta señora, que vaya uno a saber si se vacunó, es positiva o negativa…”.

Resignado

Beto supo lo que ocurría hace unos 20 años, “cuando compré un aire acondicionado en Frávega. Al pagar las cuotas me daban recibos a nombre Miguelina Díaz, ahí supe lo que estaba pasando”.

Asimismo, indicó que “como luego la mujer entró en deuda con Frávega, ya no pude comprar nada más ahí”.

Según explica el productor y conductor televisivo, el problema surgió al cambiar el sistema, ya que antes los hombres tenían Libreta de Enrolamiento y las mujeres Libreta Cívica.

“Este es un problema serio que el Estado argentino no tiene la capacidad de resolver –analizó-, documentos que responden a una lectura alfanumérica (DNI) que en las últimas décadas reemplazaron a la Libreta Cívica y de Enrolamiento. Pero aún hoy el 90% de los equipos de lectura responden solamente a lectura numérica y generan muchos inconvenientes a la población de aquella documentación”.

Resignado a esta altura, expresó: “Yo no puedo hacer nada, es el Estado el que lo puede solucionar poniendo máquinas alfanuméricas”. Por eso, comentó que “solo se trata de dos letras fundamentales para diferenciar a dos personas, F y M, y se encuentran antes del número de identificación. Por favor, tiren esas antiquísimas lectoras y pongan en vigencia lo moderno ¿O esperan que nos vayamos muriendo los de aquella época y así lentamente cada una de esas duplas iremos dejando de tener el problema?”.

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