En Pilar

Pedidos Ya despidió a una joven que había hecho reclamos laborales

Laura Cáceres (20) denunció las precarias condiciones de trabajo. La empresa argumentó que no cumplía con las entregas aunque ella entregó las pruebas que la avalan.

Por Redacción Pilar a Diario 22 de octubre de 2020 - 13:58

Una empresa de delivery desvinculó a una repartidora de Pilar argumentando que no había realizado los pedidos a los usuarios dentro de un tiempo prudente y en condiciones.

Laura Cáceres es la damnificada, luego que el 11 de septiembre pasado Pedidos Ya le cerrara su vínculo en la aplicación por aducir que “no entregaba los pedidos a los clientes”.

“Entregué las pruebas de que hice bien mi trabajo. Mis clientes mandaron a la empresa la captura de pantalla de la aplicación donde hacían los pedidos. Con esa escusa me dejaron sin trabajo”, declaró Cáceres en diálogo con Materia Prima (FM Plaza 92.1).

A través de un telegrama laboral, la repartidora de 20 años, que vive en Pilar, desmintió esos argumentos y afirmó que los pedidos fueron llevados a quienes lo solicitaron.

La exrepartidora de esta empresa global de delivery pertenece a la Red de Trabajadores Precarizados y a la Asamblea Nacional de Trabajadores de Reparto, exigió junto a otros compañeros despedidos que sean reconocidos como trabajadores de la compañía y obtengan todos sus derechos laborales.

“Estas empresas se manejan así. No soy la primera a la que de un día para el otro la dejan sin trabajo. Es mi fuente de comida. Es un derecho mínimo que tenemos como laburantes, puede que no les guste a muchos, son totalmente impunes”, resaltó.

Laura también habló de las condiciones precarias que sufren los repartidores. “Reclamamos que seamos reconocidos como trabajadores de la empresa, no informales. Queremos que la empresa deje de ser tan impune. No tenemos ART y la necesitamos porque estamos todo el día en la calle arriba de una moto o bicicleta. Hay compañeros que le pasaron cosas, que murieron y la empresa no se hizo cargo de nada”, afirmó Cáceres, a quien directamente la “bajaron de la aplicación” y no le dieron respuestas. “Tenía el número de un coordinador pero directamente me bloqueó el WhatsApp”, subrayó.

“Aparte, la campera, la mochila, todo lo tenemos que pagar nosotros. Nunca me llegó la campera y nada de eso, y me la descontaron de mis ganancias”, resaltó.

“Antes trabajé para Rappi y también tuve que pagarme la mochila, el casco. Glovo, que se fue del país impunemente también, dejó un montón de pibes en la calle. Te cobraba 904 pesos al mes por el uso de la aplicación”, denunció.

En este telegrama, Cáceres argumenta que su despido es persecutorio y antisindical porque ella viene organizándose junto a otros trabajadores de otras aplicaciones para exigir aumento del pago por pedido y también mejores condiciones laborales.

Laura trabajó 3 meses en esta aplicación de entrega de pedidos para ayudar a su familia. “Iba a empezar hacer hamburguesas y a ver cómo la remo”, dijo mientras busca otro trabajo.

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