Insólito

Le sacaron la dentadura para ingresarla al hospital y no se la devolvieron

Ocurrió en el Sanguinetti. La mujer fue ingresada el 2 de diciembre y ayer le dieron el alta. “Es cara y no contamos con el dinero para hacerla otra vez”, reclamó la hija.

Por Redacción Pilar a Diario 6 de febrero de 2019 - 12:11

Una situación insólita tuvo lugar ayer en el Hospital Juan C. Sanguinetti cuando una mujer que había sido internada el pasado 2 de diciembre fue dada de alta y, al momento de reclamar sus pertenencias, se encontró con la sorpresa de que tanto su ropa como la dentadura, habían desaparecido.

El domingo 2 de diciembre Liliana Maíz ingresó al Hospital Sanguinetti por un cuadro severo de asma y, al pasarla a terapia intensiva, le sacaron la ropa y la dentadura, asegurándole que todas sus pertenencias serían devueltas una vez que le dieran el alta.

Después de más de un mes de internación, ayer finalmente le dieron el alta pero, al momento de reclamar las pertenencias, su hija Maricel se encontró con la poco grata noticia de que no sabían qué se había hecho con ellas.

“Cuando la pasaron a terapia le sacaron toda la ropa y la dentadura y en ningún momento nos dieron nada de sus pertenencias. Creíamos que nos las darían cuando pasara a sala pero, después de estar un mes en coma, despierta, la pasan a sala y cuando pedimos sus pertenencias nos dicen que ya no están más”, relató la hija en diálogo con El Diario.

Indignada, explicó que lo que más les interesaba era la dentadura “porque es cara y no contamos con el dinero para hacerla otra vez”. “Lo que me indigna es que ahí la perdieron o la tiraron y nadie se hace cargo”, remató.

Quejas

Además de reclamar por las pertenencias de su madre, Maricel descargó su bronca por otras cuestiones, entre ellas, que Liliana debe aplicarse insulina dos veces al día “pero nadie nos enseñó ni nos explicó, solo nos dieron un papel que decía eso”.

“En la salita del barrio Salas y Los Cachorros no colocan insulina ni controlan la glucosa, hay que ir hasta Alberti o Pilar. Estamos sin vehículo y mi mamá no se puede mover. ¿Para qué tienen salitas si no brinda los servicios requeridos?”, se preguntó.

“Es una vergüenza, indignada estoy. Lo único bueno para rescatar fue la atención que tuvo por parte de las enfermeras y enfermeros tanto de terapia como de sala común”, concluyó.

 

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