LUEGO DE LOS RECLAMOS

El Municipio promete intensificar la limpieza de la peatonal

Creará una cuadrilla que pasará tres veces por día. El domingo a la noche empezaron los trabajos. Los vecinos se quejaron porque el paseo se encontraba en estado de abandono.

Por Redacción Pilar a Diario 6 de marzo de 2018 - 02:22

En los últimos días, El Diario reflejó el malestar de vecinos de la zona por la situación de abandono en la que se encuentra la peatonal de la calle Rivadavia (entre Lorenzo López e Independencia), en cuestiones de limpieza y mantenimiento.
Tomando nota del reclamo, el Municipio prometió destinar una delegación especial de trabajadores que limpien el paseo tres veces al día, al tiempo que realizará algunas modificaciones en la ubicación de bancos y cestos.
Hasta la tarde del domingo, el panorama era desolador: macetas rotas, cestos saturados de basura (mucha de ella tirada en el suelo) y malos olores. No obstante, por la noche una cuadrilla municipal comenzó a realizar tareas de limpieza.
“El viernes estuvimos en la peatonal estudiando el flujo de gente, para tratar de dilucidar qué es lo que provocaba tanta mugre”, expresó a El Diario Jorge Storni, uno de los tres coordinadores territoriales del Municipio. Sobre esto, indicó que “decidimos cambiar la orientación de los bancos –cambiando los más averiados- y la ubicación de los cestos de residuos: estos están ubicados a varios metros del paso habitual del peatón, que suele caminar cerca de las vidrieras, evitando el sol”.
Sin embargo, lo más relevante que el Municipio prometió la conformación de un grupo de empleados dedicados casi exclusivamente a la limpieza de la peatonal y el nuevo centro de transferencia (en la estación del FFCC San Martín). “Pasarán para limpiar tres veces por día: a la mañana, al mediodía y por la tarde”, aseguró Storni.

Cultural
Por otra parte, el funcionario adelantó que se coordinará una reunión con los comerciantes de la cuadra para ajustar cuestiones relacionadas con los residuos, sobre todo aquellos que son sacados a la calle fuera del horario de recolección.
Más allá de las fallas en las tareas de limpieza y mantenimiento (una maceta de grandes dimensiones permaneció destruida en el suelo durante más de una semana), la desidia de algunos peatones también aporta al problema. Por esto, Storni señaló que “también hace falta un cambio cultural. Por más que haya que caminar unos metros, la basura tiene que ser arrojada en los tachos. Con los cambios, cuando caminen tendrán siempre un cesto cerca”.
Y, a modo de ejemplo, agregó: “En el centro de transferencia colocamos cestos nuevos detrás de los refugios, pero algunas personas, quizás por el apuro para tomar el tren o el colectivo, tiran la basura en el suelo”. 

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