Familiares de David Rosso, el chiquito de 10 años que falleció a causa de la caída de un pilar de cemento en una iglesia evangélica de Manuel Alberti, se presentaron ayer en el Municipio para solicitar que se clausure el templo.
Desde la 10 de la mañana, el grupo arribó al centro de Pilar y mostró sus pancartas en el ingreso del palacio municipal, donde luego pudieron dialogar con representantes del gobierno.
Allí, la madre de David, Sandra Taborda, presentó un expediente alegando que en el Ministerio de Relaciones y Cultos de la Nación “no está registrada la iglesia”, aclaró la mujer, que explicó que en el Municipio se evaluará la documentación presentada por la familia del nene para también iniciar una investigación en torno a las actividades del “Templo del Dios vivo”, ubicado en Santa Ana y Pailette de la citada localidad.
Vale recordar que el 3 de octubre último, mientras jugaba con otros chicos de la iglesia evangélica, David Rosso resultó herido luego de que se le cayera encima una columna de cemento.
Rápidamente fue atendido y por pedido del pastor, derivado al Hospital Austral. En aquella oportunidad el religioso señaló que él mismo costearía los gastos. Mientras tanto, los fieles de la iglesia se presentaron en la comisaría para aclarar que los chicos jugaban de forma brusca y uno de ellos se acercó a El Diario para justificar que el pastor no debía ser condenado porque “en verdad hace milagros”.
Según manifestaron los padres del chico de 10 años, se le hizo pesado el costo y el pastor se esfumó. Un mes después David falleció, el pastor tildó de mentirosos a los padres de David y hasta ahora no hay responsables por la muerte del chico.