En la tarde de ayer y bajo la lluvia torrencial se realizó el acto que bautizó al Pasaje Sonia Colman en memoria de la vendedora ambulante asesinada el 23 de diciembre de 2007 por un efectivo de la policía bonaerense.
El pasaje que se encuentra entre la calle Los Olivos y el andén de la estación de Manuel Alberti, es utilizado por miles de personas que a diario lo caminan para tomar el tren.
Allí la familia de Colman, Antonio Espasa y sus tres hijas, acompañados por unas 40 personas que enfrentaron al mal tiempo, recordaron a la mujer y los 4.500 casos de gatillo fácil y violencia policial, denunciados en los últimos 25 años en la Provincia.
“Los presidentes pasan, pasamos nosotros, pasará Benítez (Oscar, el policía que disparó el proyectil que mató a Sonia), pero el Pasaje Sonia Colman estará siempre y para siempre”, remarcó entre lágrimas de emoción Espasa, al descubrir el cartel que lleva el nombre de su mujer.
En el mismo sentido, agregó: “va a estar siempre porque así lo determinó el Honorable Concejo Deliberante y así lo quiere la comunidad”.
“Cuando te pasa esto y sos víctima de gatillo fácil, hay varios caminos posibles: podemos quedarnos a llorar, sumergirnos en la espiritualidad, convertirnos en depresivos o alcohólicos o salir a las calles y militar contra el gatillo fácil, la violencia policial y el aparato represivo”. dijo.