Una vez más, los vecinos y pasajeros de Zelaya que utilizan el ramal Victoria-Capilla del Señor del ferrocarril General Bartolomé Mitre, denuncian que los horarios de los servicios no están siendo respetados. Además, hacen referencia a una notable baja en la cantidad de servicios.
En diálogo con El Diario, voceros de la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (UGOMS S.A.), que opera el servicio, reconocieron la anomalía.
“En la actualidad están funcionando tan solo dos servicios por día sin respetarse los horarios establecidos para la normal circulación del cronograma. En algunas ocasiones anda uno y en otras como máximo, tres”, confirmaron los voceros. A su vez indicaron: “no tenemos muchas formaciones con el servicio de diésel”.
Por su parte, se informó que en los próximos días la empresa realizará una reunión para intentar aumentar la frecuencia de los trenes. Extraoficialmente se conoció que existe un conflicto gremial que está íntimamente vinculado a la poca cantidad de servicios, ya que son escasos los operarios que están trabajando en el ramal que une Victoria (Tigre) con Capilla del Señor (Exaltación de la Cruz).
Una constante
Últimamente se ha tornado habitual que aquellos pasajeros que se presentan en la estación de Zelaya para utilizar el servicio que los traslada a Capilla del Señor o a Victoria y Retiro, tengan que esperar demasiado tiempo para poder concretar el viaje, ya sea porque se canceló uno de los trenes o porque son menos las formaciones necesarias para que el horario establecido por la empresa se cumpla. En octubre de 2012, el tren había dejado de pasar por la localidad de Zelaya, perjudicando a muchos vecinos que lo utilizaban para dirigirse a sus trabajos y estudios.
Por aquel entonces, desde la empresa habían anunciado que se iba a suspender el servicio por 3 meses debido a que las vías del ferrocarril y los vagones se encontraban en mal estado, y fue tras la tragedia ferroviaria ocurrida en la estación de Once en febrero del año pasado, que se decidió velar por la seguridad en los trenes, incluyendo al tramo Victoria-Capilla entre los servicios a reestructurar.
Para aquel entonces ya eran pocas las formaciones que estaban circulando, lo que provocó entre los pasajeros la sensación de haber quedado aislados. Hasta algunos meses antes, eran cuatro los servicios que se estaban prestando. En la actualidad rara vez son tres los que funcionan.