El matrimonio gay genera adhesiones y rechazos en Pilar

Personalidades del deporte, la política y la cultura local opinaron sobre el tema. Algunos avalan la unión civil pero no la adopción. Otros dicen que los homosexuales deben gozar de iguales derechos.

9 de mayo de 2010 - 00:00

Asociaciones de gays y lesbianas apoyaron el proyecto en el congreso.

 

 

El proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo que ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación, y cuyo destino terminaría de resolverse esta semana con el tratamiento en el Senado, también genera debate en Pilar entre personalidades de diferentes ámbitos del quehacer local consultadas por El Diario. Políticos, deportistas, comerciantes, y referentes de la cultura y de la Iglesia plantearon posturas enfrentadas sobre el mismo controvertido tema, y anticiparon de alguna manera el debate que se vivirá en los próximos días en el Congreso.

“Estoy de acuerdo en que se legalice el matrimonio gay porque hace a la vida de cada uno. Ya bastante el Estado se mete en cosas que no debería y no se mete en otras que sí debería. Por eso, me parece bien que se permita a las personas hacer de su vida lo que quieran de ellas. Personalmente, como heterosexual, me agrada la idea de las familias típicas: mama, papá y niños, me agrada que el sexo se revalorice como un aspecto profundo de la relación entre las personas. Pero, no obstante, si hay quienes quieren tener sexo por el sexo mismo, sin el más mínimo atisbo de afecto, u otros que quieren vivir en matrimonio con personas de su mismo sexo, lo apoyo, y si fuera legislador, votaría para que pudieran concretarlo dentro de la ley. Bastante discriminación sufren las minorías en nuestro país como para ahora tener que negarles esa posibilidad”, opinó Gabriel Lagomarsino, dirigente de la agrupación política Encuentro Pilarense.

Por su parte, el presidente de la cámara de comercio e industria de Pilar (SCIPA), Daniel Castro, señaló que “cada individuo tiene derecho a hacer de su vida lo que le parece. Pero lo que sí sostengo es que, cuando hay una unión entre personas del mismo sexo, eso no es un matrimonio sino la convivencia entre dos personas a la que se le debe dar una legalidad, sobre todo para regular la cuestión de los bienes gananciales. El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Con respecto a la unión civil entre personas del mismo sexo, estoy de acuerdo pero creo que habría que buscar otro concepto que defina a ese tipo de uniones”.

 

Duro

Mucho más extrema fue la postura del concejal oficialista Miguel Saric: “No estoy de acuerdo, es un disparate que va en contra de los valores. No va con el sentido común, además yo soy católico y esto va en contra de las leyes de la Iglesia. Si la unión es por un tema económico, que firmen un contrato y listo, total lo otro lo pueden hacer igual”.

En tanto, uno de los deportistas locales del momento, el boxeador Ezequiel “Chiquito” Zárate, se mostró claramente a favor del matrimonio entre homosexuales: “Me parece que está bien, cada uno elige cómo quiere ser. La verdad que estaría bueno que se apruebe. Todos tenemos derecho a ser felices de la manera que elegimos. El matrimonio entre homosexuales no le hace mal a nadie y no tiene que haber ninguna traba para que pueda aplicarse”.

A su vez, quien asumirá en los próximos días como titular del radicalismo de Pilar, Claudia Zakhem, adhirió al polémico proyecto de ley, aunque con algunos reparos: “Cada cual puede elegir tener una unión civil y eso da derechos, y me parece que eso está muy bien. Porque hoy hay uniones entre personas del mismo sexo que se dan de hecho y tenemos que darle la posibilidad de que gocen de sus derechos a, por ejemplo, una obra social, a la herencia, al divorcio. Ahora, el tema más delicado y el que más dudas me provoca es el de la adopción. Por supuesto que antes de que haya chicos abandonados en la calle, o en un instituto, es preferible que sean adoptados por parejas que los quieran, sean o no del mismo sexo. Pero si me planteo la situación hipotética de que esos chicos son mis hijos, ahí se me plantean las dudas”.

 

Sin restricciones

Quien no mostró dudas a la hora de referirse al tema fue el actor y director teatral Hernán de Lucca. “Mi postura es la de minimizar la polémica porque me parece que no hay discusión posible. Obviamente que estoy a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo porque el amor desconoce de géneros. Las realidades han cambiado y hoy esto me parece hasta una cuestión de sentido común, aunque evidentemente todavía hay muchísimos prejuicios. Parece mentira, pero hoy todavía hay gente que habla de la homosexualidad como una enfermedad, como algo terrible. Acá estamos hablando de amor y el amor está por encima de todas las leyes”, expresó el artista.

Por último, la titular del bloque de concejales zuccaristas en el deliberativo local, Liliana Alfaya, también se mostró partidaria de la aprobación del proyecto de ley. “El derecho a resolver la vida sexual como a cada uno le parezca es inobjetable. Hay mucha gente que desde la ignorancia todavía considera que porque se apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo esto va a ser contagioso y se va a generar un efecto multiplicador, como se pensaba en su momento que con la ley del divorcio todo el mundo iba a salir a divorciarse. Con respecto a la adopción, está demostrado que la sexualidad no determina los valores de las personas. Hay personas homosexuales que tienen su esquema de valores perfectamente constituido y son excelentes personas, lo mismo que en el caso de los heterosexuales. Y tampoco tiene fundamento el argumento de que padres homosexuales no puedan criar un hijo heterosexual”, enfatizó.

 

 

Tomás Llorente
La voz de la Iglesia local

Como representante de la Iglesia, el Padre Tomás Llorente, párroco en Manuel Alberti, consideró que “una cosa es el reconocimiento de todo derecho a una unión entre personas de un mismo sexo y otra muy distinta es que se lo llame matrimonio. El matrimonio es un hecho natural que se da entre un hombre y una mujer, es el elemento constitutivo de una sociedad. Eso no significa negar el derecho a la herencia o a la obra social, ni la realidad sobre la sexualidad. Además, considero que se pretende crear otro tipo de familia cuando no tenemos solucionados los problemas básicos de la familia argentina. Faltan muchas cosas en la actualidad para que la familia pueda vivir en la dignidad del trabajo y de la educación, por ejemplo”.

 

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