Asimismo, durante la mañana del viernes -mientras los medios nacionales cubrían desde la puerta del hospital las novedades sobre el joven herido- dos alumnos de un colegio privado que se ubica en las afueras del centro de Pilar llegaron al nosocomio junto a la directora de la institución. Los tres arribaron al lugar a bordo de un patrullero, golpeados luego de una pelea.
Además, hace unos diez días, un grupo de alumnos de varios colegios del centro se “desquitó” con adolescentes del Colegio Almirante Brown apedreando a la institución, causando pánico entre los que estaban dentro del edificio.
En cuanto a las soluciones, se espera la demarcación de “corredores seguros” para los alumnos, recorrido que definirá la policía una vez que los colegios hayan enviado a las comisarías datos sobre los movimientos de su alumnado. Sin embargo, la información está saliendo de las escuelas en forma muy lenta.
Mientras tanto, algunos colegios ya les dieron a los padres unos folletos que explican cómo deben actuar los alumnos en la vía pública para prevenir hechos delictivos. “Es una manera de menospreciar la inteligencia de los chicos –expresó en los últimos días una madre-: les dicen que no usen el celular, que no estén dando vueltas por la calle, son consejos que no hacen la diferencia”.
A su vez, las instituciones organizan jornadas junto a los alumnos, tratando de crear conciencia entre ellos y así evitar que diriman sus asuntos a los golpes. Es que, la mayoría de las veces, las peleas se originan en otros ámbitos, como los locales bailables, y sus protagonistas buscan continuar el conflicto en los horarios de entrada o salida de clases.
Hace dos semanas, un grupo de padres organizó una marcha frente al Municipio para protestar por la situación, movilización a la que acudieron alrededor de 80 personas entre adultos y niños.
Allí fueron recibidos por autoridades policiales y municipales; sin embargo, Sandra Crespo, una de las madres que estuvo presente, afirmó en los últimos días que “las marchas no funcionan porque la gente no se involucra, es difícil juntar a los vecinos. Íbamos a hacer una nueva protesta el viernes 21, luego iba a ser el 28, pero de todas maneras estamos por armar algo...”.
Además, la mujer se refirió a la aplicación de una ordenanza que indica que los padres deben responder por los actos de sus hijos. “Muchos somos responsables, no hace falta un papel que lo diga, pero no todos lo son. Sería un buen comienzo que se pusiera en vigencia”.
Disconformes
La zona que más conflictos registró en los últimos tiempos, sea por robos o peleas, es la Plaza 12 de Octubre y sus alrededores. Sobre la presencia de una mayor cantidad de uniformados en horas clave, Sandra Crespo señaló que “la policía está a la mañana temprano y al mediodía, pero no se ve mucho fuera del horario, y casi nada en las últimas horas de la tarde. Además, no vemos compromiso por parte de la municipalidad, ya que no se ven patrullas en el centro de Pilar. Mientras tanto, se habla del estacionamiento y eso tapa todo”.
Otra madre, Natalia Sánchez, coincidió en que “por ahora he visto a algún policía o patrullero, pero nada significativo como para poder decir que el cambio se ve. Sigue habiendo casos”.
Con respecto a la posibilidad de una nueva protesta, la mujer comentó que “lo estamos evaluando, la verdad que las guardias policiales sean de una hora o 40 minutos al mediodía y a la tarde no alcanza. Los delincuentes están todo el tiempo a la pesca, personalmente opino que no es suficiente”.
Reuniones
El próximo viernes, a las 19, se llevará a cabo una reunión en la Escuela 26 entre autoridades policiales, educativas y los padres, para evaluar los resultados de las acciones aplicadas en las últimas semanas.
No obstante, a principios de la semana habrá otro encuentro, entre policía y consejeros escolares. Sin embargo, los motivos no trascendieron: un jefe policial le indicó ayer a El Diario que “no va a haber declaraciones antes, para que no se mediatice el tema”.