Un grupo de evacuados en el patio de la Escuela Nº 7 del barrio La Lomita.
Entre chicos y grandes, fueron unas 100 las personas que debieron ser llevadas a los dos centros de evacuados que funcionan en Pilar debido a la crecida del Río Luján a partir del mediodía de ayer.
Los evacuados pertenecen en su gran mayoría a los barrios La Lomita de Pilar y Río Luján, en Manzanares. Los primeros fueron alojados en la Escuela Nº 7 y los restantes, en la 10.
Mónica Fernández, colaboradora de Defensa Civil y una de las damnificadas, ayudó con el traslado de los evacuados y explicó que la medida se adoptó antes de que la situación fuera empeorando con el correr de las horas y las intensas lluvias.
“Estuve desde temprano asistiendo a la gente hasta que llegó Defensa Civil, a las 12 seguí trayendo vecinos y cuando regresé vi que el agua continuaba subiendo, por lo tanto, con el correr de las horas, habrá más evacuados. Hay que esperar y tener paciencia”, le contó Fernández al El Diario.
A su vez la vecina, habituada a este tipo de experiencias, explicó que “hasta el momento tenemos casi 15 familias anotadas, unos 25 menores y 35 adultos, solamente en el colegio de La Lomita. En tanto, en la Escuela Nº 10 de Manzanares hay 17 mayores y 21 chicos evacuados”.
A lo largo de la jornada el Municipio envió colchones, frazadas, alimentos, leche, vajilla y asistencia médica para los evacuados. A su vez se informó que es buena la situación sanitaria de todos ellos.
En el caso de La Lomita, los damnificados están dispuestos en cuatro aulas; tres son utilizadas como habitación y la restante como comedor.
En referencia a cómo seguirá la situación en el caso que cese la lluvia, Fernández expresó: “no sabemos cuánto tiempo tendremos que permanecer en la escuela. El mes pasado nos quedamos más de 15 días aquí, incluso festejamos Año Nuevo”.
Al momento de buscarle una explicación a esta nueva inundación, la colaboradora dijo: “A nosotros nos gusta mucho el barrio, cada cual formó su grupo, su espacio, su casita y no nos queremos mudar. Lo que ocurre es que estamos viviendo en la parte del bañado, así que siempre va a pasarnos esto”.
A su vez apuntó: “para mí es un tema de la naturaleza, si el río crece, por más que vivamos a 10 cuadras, nuestras casas se van a inundar igual”. No obstante, la mujer solicitó tierra para rellenar y levantar los terrenos y la limpieza de los desagües de la zona.
Pero a su vez pidió que los vecinos cuiden la limpieza, ya que la basura muchas veces termina tapando las zanjas. “Sabemos que lo van a limpiar, pero justo nos tocó esto, diciembre, enero, las fiestas, vacaciones, entonces entendemos que la gente, el personal que tenía que trabajar a veces no está” concluyó.