“El Lope de Vega medio vacío es muy deprimente”

Con más de 40 años de trayectoria, Manuel Vázquez ha transitado por tres caminos fundamentales: la docencia, la escritura y el teatro. Es en este último aspecto donde, como director de la compañía Unidad Teatral 8, ha logrado junto a los suyos hacerse de un lugar propio (Il Píccolo Teatro) que rinde sus frutos. Sumado a un método de entradas a la gorra, han logrado disponer de un espacio que prescindió de la sala estatal y sigue sumando adeptos.

-¿Cómo se fue dando el fenómeno del Píccolo Teatro, hasta llegar a este presente?

- En la Asociación Italiana estamos hace más de 25 años, primero nos daban espacio para ensayar y luego actuábamos en el Lope de Vega, que siempre fue dificultoso por la superposición con otros elencos, o bien se hacían otras actividades. En lugar de dedicarse a la cultura, se hacían reuniones de tupper… Siempre soñamos con tener un lugar propio, y la Italiana nos dio un espacio en su sede, en un salón que se usaba para fiestas. El inconveniente era el traslado: lo que está más allá de la calle 11 de Septiembre, al pilarense le parece lejos. Así nos trasladamos hace 7 u 8 años al espacio de Yrigoyen 659, en el que se daban clases de italiano. El escenario se construyó con maderas del viejo cine Gran Rex, que estaba debajo.

-¿Cuesta seguir "instalando” el lugar, a pesar de los años?

- Sí, a pesar de que está enfrente de la plaza y no tiene hall de entrada, entonces muchas veces la gente ocupa la vereda. Los peatones ven una fila de gente pero de todos modos tarda en enterarse.

Vázquez coincide con su esposa, Nené Pirsch (fundamental para recordar fechas y demás datos), en que el click se hizo el año pasado, con "El jardín de los cerezos”, coincidiendo con la celebración del 40º aniversario de UT8. "Lo atribuyo a que la gente se informa por las redes sociales, y recurrimos a todo lo que se puede para difundir. También ayuda que actuemos a la gorra”.

-¿Cuándo nació esa política de no cobrar una entrada fija?

- El año pasado, aunque siempre en UT8 tomamos como un peso que alguien no pudiese ir al teatro porque no tenía plata para pagar la entrada. No es nuestro medio de vida, entonces no se justifica. Esto logró acercar más gente al teatro, sin disminuir para nada la recaudación, ya que algunos ponen más y eso compensa con el que pone menos. Me causa mucha satisfacción que vaya gente por primera vez al teatro, y en esto influye la entrada a la gorra, más el movimiento de gente que hace teatro en Pilar.

-Con la Comedia del Pilar quedaron como los elencos más añejos…

- En realidad, el elenco independiente más antiguo es UT8, porque la Comedia era el Teatro Municipal. Nosotros nacimos independientes.

-¿Cómo se da el surgimiento de UT8?

- Éramos ocho pibes de veintipico, algunos pertenecían al Teatro Municipal y otros a un seminario que daba Alfredo Iglesias, traído por el Municipio. Con Alfredo hubo una visión de hacer teatro distinta a la que tenía Titi Villar, entonces propusimos hacer otro tipo de teatro, menos cerrado… Que pudiese estar dirigido a toda la gente de Pilar y no solamente a un público amante del teatro. No nos dejaron hacerlo, por eso decidimos armar un grupo independiente. Al principio no nos facilitaban el Lope de Vega (recién abierto), pero por suerte hubo gente grande que nos apoyó mucho, como Augusto e Irma Zamarripa, o Teresa de López Herrero, para que nos dejaran usar la sala. Desde ahí trabajamos en forma ininterrumpida.

-¿La separación provocó recelos?

- Sí, porque querían el uso exclusivo del teatro. Titi no lo podía aceptar, ellos tenían experiencia y nosotros éramos unos pendejos que queríamos igualdad de condiciones, Daniel Deluca era mucho más desbocado que yo (risas). Pero con los años comprendí esa actitud, por eso con Villar logramos recomponer la relación y nos amigamos.

-¿Te hubiese dolido seguir peleado con Titi al momento de su muerte?

- Me alivia saber que recompusimos la relación. Con los años uno baja los decibeles y nota que se ha peleado por pavadas. A mí no me gusta pelearme con nadie, y me río del que se enoja conmigo…

-Haciendo cuentas, en 16 funciones de "La casa de Bernarda Alba” pasaron unas mil personas, son unos cinco Lope de Vega, ¿se podría llenar el teatro con el método convencional?

- No creo, y el Lope de Vega medio vacío es muy deprimente. A nosotros también nos tocaron épocas en las que no iba gente. Y tiene otra contra: el frío que hace siempre en la sala, es una cosa que nunca se pudo solucionar. Hay que hacer un replanteo total, un arreglo de fondo que nunca se hizo.

-¿Entonces se pude prescindir del Lope de Vega para hacer teatro y convocar público?

- Totalmente. Ahora la gente que vive en countries y barrios cerrados se va sumando, muy de a poco. Pero el pilarense es particular: cuando se fundó el teatro quizás no iba porque no estaba de acuerdo con el partido político que estaba gobernando. Yo no oculto para nada mi inclinación política, que no es la de todo el elenco, y estoy seguro que mucha gente no viene al teatro por eso.

-¿No te privás de opinar, pensando en que eso va a limitar la convocatoria?

- No, pero hay gente que lo hace. Muchos callan su opinión. Para usar el Lope de Vega, mucha gente tiene que callarse la boca porque el gobierno que esté, sea quien sea, actúa de esa manera: si me hablás en contra, no vas a disponer del teatro. Pero yo pienso que, el que más se subordina, es aquel al que después más le van a sacar. Creo que es así, mientras más cedés, después lográs menos. 

Manuel Vázquez fue director de Cultura durante casi todo el primer período de Humberto Zúccaro al frente de la intendencia (2003-2007).

En su diálogo con El Diario, recordó que "uno de los hechos más destacados fue el Festival de Teatro, organizado en conjunto con los elencos. Cuando me fui me decían que era algo que ya estaba organizado, que no se podía perder, pero se terminó disolviendo…”.

Sobre esto, acotó que "era importante ver a 15 o 16 elencos, a lo largo de un mes. Sabía que no lo iban a sacar de golpe, pero fue pasando de a poco. Es el problema cuando un festival está organizado por funcionarios, y no por gente de teatro”.

En este sentido, expresó: "Muchas veces el teatro fue manejado por gente que no tenía nada que ver con la cultura. Si no servías para nada, te mandaban a Cultura o al cementerio… Ibas y no estaba la llave, no se podía esto, lo otro, todas prohibiciones. Nos ha pasado hace muchos años de ir al teatro un viernes y que no haya lámparas, ir a comprarlas y que al sábado siguiente desaparecieran…”.

¿Qué autocrítica hacer de su paso por Cultura? Según Vázquez, "tendríamos que haber logrado elaborar entre todos un plan para determinar quién iba a seguir en el cargo, más allá del gobierno. Que viniese alguien de la cultura, sea Martín (Simeoni), Hernán (Deluca), alguien de baile… Pero no se pudo, y ahora me parece un absurdo que en el área de Cultura haya alguien que no sea de Pilar”.

El director de UT8 añadió que en ese momento "habíamos elaborado un proyecto para que la cultura no se limitara sólo a lo artístico, pero habría que articularlo con todas las áreas, aunque sigo convencido de que tiene que surgir desde el área. Pero a los políticos no les gusta hacer ese trabajo”.