Un recorrido aleatorio por las afueras del microcentro de Pilar es suficiente para advertir las primeras pistas del fenómeno. Locales que hasta hace poco tiempo estuvieron poblados de perchas y estanterías, hoy lucen el revelador cartel de “Se alquila”, que en muchos casos se prolonga por meses.
Los altos costos y la caída en las ventas son los factores determinantes de una baja en el mercado de alquileres que hoy se ubica entre el 25% y el 30%.
Los datos fueron confirmados a El Diario por las inmobiliarias locales. Al retroceso que viene registrándose en el mercado local por la merma en las operaciones de compra venta, se le sumó en el último año una retracción en los alquileres de locales comerciales.
“El mercado se mueve lento, hay varios locales en alquiler pero poco movimiento”, explicó Gonzalo Bianchi, de Bianchi Propiedades. Según el martillero, “excepto los locales de comida que siguen funcionando, el comercio de Pilar no está pasando su mejor momento” y en este contexto “un alquiler, sumado a los impuestos y a los sueldos, si los tiene, obliga al comercio a facturar un muy buen número”.
En coincidencia, desde inmobiliaria González, Lucila confirmó que “el mercado está muy tranquilo, hay muy pocas consultas”. “Hay muchos locales que se están desocupando y muchos comercios que van cerrando”, agregó y aseguró que la caída en el mercado ronda el 25% en el último año.
Zona roja
La clave que determinará la duración del cartel que revela la disponibilidad de un local dependerá, en gran medida, de la ubicación de la propiedad. El funcionamiento de un comercio está circunscripto al flujo de gente que transita por la puerta y en el centro de Pilar, el microcentro determinado por las calles Ituzaingó, Rivadavia, Tucumán e Independencia concentra el gran porcentaje de la circulación.
“Pilar no ha extendido su centro a las calles paralelas y eso hace que a los locales que se instalan dos cuadras más allá de Rivadavia les cueste mucho subsistir”, señaló Bianchi. En tanto que desde González explicaron que “los únicos que se mueven son los más caros, porque están mejor ubicados”.
“Salvo polos nuevos como las calles Tomás Márquez o Venancio Castro que han surgido naturalmente, no hay mucho para inventar en el centro de Pilar fuera de la calle Rivadavia”, concordó Horacio Martínez, de B&M.
¿Buen negocio?
Paralelamente, otro fenómeno en apariencia contradictorio con el fenómeno descripto se consolida en las afueras del centro de Pilar: la construcción de locales comerciales.
“Mucha gente hace un local en un living comedor, tratan de ver si pueden sacar una renta así, en calles como Alsina u 11 de septiembre que no son transitadas, y los locales siguen vacíos”, afirmó Bianchi.
Al respecto, Martínez explicó que “construir locales es lo más tentador, porque no tiene la problemática del alquiler de una vivienda y porque la inversión para la construcción es mucho menor”. Sin embargo, lejos de ser la salvación, este tipo de negocios –si no se ubican en zonas estratégicas- terminan por no cumplir las expectativas de los propietarios. “Terminan no teniendo la cabida que debieran tener”, concluyó el martillero.
Números
30% se retrajo el mercado de alquileres en el último año.
25% aumentaron los precios de los alquileres.
3000 pesos es el tope de un alquiler que está dispuesto a pagar un comerciante promedio.
El otro costado
Los precios, un 25% más caros
Puesto a dar su opinión, Horacio Martínez de B&M prefirió hablar de una “desaceleración” en el mercado y admitió una caída de alrededor del 30%.
El martillero, le adjudicó la situación al aumento en el precio de los alquileres: “los valores se actualizan año a año porque el propietario quiere mantener el valor del dinero, pero para un inquilino un 20% de aumento anual es mucha plata”.
Asimismo, agregó otra serie de factores que influyen directamente en los valores. Por un lado, el encarecimiento de las propiedades debido al aumento del dólar libre. “La propiedad que valía 500.000 pesos hoy vale 900.000 y eso aumenta el valor de la renta que se le quiere sacar”, señaló el martillero, para agregar que “también ha aumentado la oferta porque muchos sacaron de la venta las propiedades y las pusieron en alquiler”.
En cuanto a los valores, desde Bianchi Propiedades apuntaron algunos ejemplos: “un local en la calle San Martín de 70 m2 se alquiló en 4.200 pesos. El mismo local en Rivadavia sale 10.000 pesos”.
En tanto que uno en Pedro Lagrave casi San Martín, de 20 m2 apenas llega a 1200 pesos. Uno de las mismas dimensiones sobre la calle Tucumán, al lado de la Comisaría, asciende a 2800.
“Para los pequeños comerciantes, el tope en los precios es de 2000 o 3000 pesos, más de eso no pagan”, indicaron desde Inmobiliaria González, para quienes los precios de los alquileres han registrado subas de hasta el 25% en un año.
“Tenemos un local sobre la calle Tucumán frente al Banco Nación que no se alquila. Piden 8000 pesos y ese precio sólo puede pagarlo una empresa grande, no un comerciante común”, agregaron.