El desarrollo local está basado, según el arquitecto Santiago Bonfanti, sobre tres pilares fundamentales: aumentar el capital social, mejorar los recursos humanos y aumentar el capital productivo.
Bonfanti, de larga experiencia en desarrollos de parques industriales y con amplia formación académica universitaria, marca el rumbo de lo que debe cumplir una ciudad, y/o distrito, para alcanzar el desarrollo sostenible de su comunidad.
Aumentar el capital social es fundamental para las empresas, porque sin gente capacitada es muy difícil llevar a buen puerto un proyecto productivo.
Aquí se conjugan varias cosas, por un lado una comunidad que integre en su vida diaria el desarrollo industrial, que lo cuide durante toda la cadena productiva y si es integrada y local mucho mejor, porque eso genera riqueza en el propio lugar.
Mejorar lo recursos siempre es vital para una comunidad. Porque esos recursos siempre son escasos y necesitan capacitación permanente. Esa concepción se está acuñando desde la escuela secundaria misma, que se refuerza con el trabajo académico que luego hace la universidad en el territorio.
Por último, el capital productivo depende de variables más macroeconómicas y microeconómicas, porque de acuerdo a la demanda de los productos de la propia empresa va a ser más o menos competitivo en el mercado.
Ahora esa integración puede darse naturalmente por cuestiones comerciales sin que ningún actor externo interceda, pero en el ejemplo diario de Pilar, esta ecuación se ha potenciado con la participación del Municipio. Éste ha facilitado la integración de los sectores para mejorar la productividad.
“Pensar local, actual global” es una frase que se viene escuchando desde hace una década en boca del secretario de Producción, Ricardo Male. Y esa acción se vio reflejada en el IV Encuentro Empresario, el mayor desarrollo posible.
Ahora, el que dejó una gran frase para tener en cuenta cuál debe ser el rumbo que debe tomar Pilar en los próximos años, fue el secretario general de la UIA, José Ignacio de Mendiguren. El dirigente gremial empresario comentó ante empresarios pilarenses que en el mundo hay dos variables para que una empresa se desarrolle. Una es por la variable de los sueldos bajos y la segunda sumarle tecnología a sus procesos para agregar valor.
Sin dudas, Mendiguren reconoció que la Argentina no debe seguir la variable de los sueldos bajos, sino que debe apostar a la tecnificación y al valor tecnológico.
En ese sentido, abogó porque ese valor agregado no lo puede hacer solo la empresa, necesita la ayuda y el estímulo del gobierno local y de la universidad. Ese modelo de gestión es con el que cuenta Pilar hoy, pero debe integrar a todos los actores.