Un lugar inolvidable

Sirrosis, el boliche donde transcurrió la noche de Pilar en los ‘80

Funcionó durante toda la década en la calle Lorenzo López al 400. Por allí pasaron miles de vecinos, entre fiestas temáticas y los grandes artistas del momento.

Por Redacción Pilar a Diario 19 de junio de 2022 - 08:28

Desde 1980 hasta 1989. Más simbólico, imposible. Así fue para los pilarenses Sirrosis: un verdadero icono de la década del ’80 gracias a su frescura, sus propuestas de entretenimiento y su escenario plagado de estrellas.

En Lorenzo López al 400, con una estética mediterránea que fue marca registrada y punto de referencia, Sirrosis abrió sus puertas el 23 de diciembre de 1980, producto de la iniciativa de un grupo de amigos a partir de la idea de Gustavo Oso Saineti.

En diálogo con El Diario, más de 40 años después recuerda: “Invité a Juan Ángel Juano Vaccarezza, Adrián El Lagarto Ferrá y Alberto Pato García Prego a formar parte. Por diversas circunstancias personales y familiares ellos no pudieron sumarse”.

Saineti reconoce: “Debo decir que, por esa época, tanto Camouflage como Cuernavaca funcionaban muy bien. Montar un boliche desde cero era una apuesta bastante arriesgada por el éxito permanente de los otros dos. Había que tener coraje”. Sin embargo, otros dos amigos decidieron apostar por su idea: el recordado Rodrigo Triqui Parra y Julio Yuli Ponce de León.

“Así, los tres nos convertimos en socios fundadores. El nombre fue idea del Pato y todos estuvimos de acuerdo, sin dudarlo”. Sirrosis era una realidad.

Inventiva
En cuanto al perfil de público, era su mayoría gente joven, vecinos del pueblo que se convirtieron en habitués de todos los fines de semana. Su fundador indica que también había parejas rondando los 30 años, aunque eran asistentes más esporádicos.

El boom nació semanas más tarde de la apertura: “Al mes de la inauguración, un día viernes, hicimos una canilla libre de whisky con el sponsor de Blenders Pride y fue un punto de inflexión. Al día siguiente comenzó a venir gente de ciudades cercanas (Rodríguez, San Miguel, Escobar, Luján) por lo que también aumentó la concurrencia”.

Así nació una tendencia que para el boliche fue constante: la realización de fiestas temáticas, ya sea de disfraces, de la cerveza, de la playa (¡había que ir en traje de baño y ojotas!) y hasta del choclo enmantecado… Para la inventiva no había límites, por algo el slogan era “Un lugar diferente para personas… bueno… distintas”.

Tampoco en los sorteos se escatimaba: para el 5º aniversario el premio fue un Rolex, mientras que otra noche se rifó nada menos que un Mehari, además de las ediciones de entrega de los “Sirrosis de Oro”.

Sin dejar de mencionar, claro está, a la gran cantidad de artistas de renombre que se presentaron allí (ver aparte).

Amistades
“Creo que el recuerdo varía según el grupo etario –analiza Saineti-. Para quienes sus primeras salidas fueron a Sirrosis sin duda es un recuerdo de la adolescencia. Más de una vez me ha pasado que me frenan por la calle y me comentan esto. También en Sirrosis se conocieron muchas parejas. Justamente hace unas semanas, hablando con Gustavo Fontana me recordó que conoció a su esposa Gloria allí”.

Por otro lado, “también puede ser recordado porque era muy lindo arquitectónicamente. Tanto el proyecto como la dirección de obra estuvieron a cargo del arquitecto Marcelo Chino Piccolo, que le imprimió una estética mediterránea. También tuvimos muy buenos DJ’s”.

Sirrosis funcionó como tal hasta 1989. A lo largo de esos años fueron varios los vecinos que se fueron asociando o bien tuvieron algún tipo de función, como Héctor Severini, Fernando Batalla, José Ceriani y Gustavo Lagomarsino, entre muchos otros.

“De todos los que formamos parte de Sirroris, solo Triqui y yo estuvimos involucrados ininterrumpidamente durante esos nueve años”, comenta.

Al evocar aquellos tiempos, Saineti sorprende al confesar que “me encantaría volver a tener un boliche. Guardo grandes recuerdos de Sirrosis y de la energía que el compartir con amigos genera. Quisiera revivir eso, pero con un concepto diferente al de aquella época”.

Y hasta adelanta: “Imagino una propuesta vespertina, similar a un after office pero proyectada como un gran living, con barra, sillones y ambientado con buena música. Que se convierta en un espacio de encuentro y reencuentro donde compartir una copa, abierto a todos aquellos que quieran sumarse”.

 

Un escenario con artistas top

Uno de los aspectos más recordados de Sirrosis es el de la presencia de solistas y bandas que estaban en la cresta de la ola. El listado es extenso e incluye a -entre otros-, Los Abuelos de la Nada (dos veces), Virus, Sandra Mihanovich, Nito Mestre, Rubén Rada, Marilina Ross, Juan Carlos Baglietto, Los Twist, Celeste Carballo, María Martha Serra Lima y la brasileña María Creuza.

“Barato no era, pero tampoco imposible –señala Gustavo Saineti-. Nuestro objetivo era ofrecer algo más, diferente, siempre apuntamos a eso. Por suerte el público siempre acompañó y por eso también pudimos hacerlo”.

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