María Cecilia Muñoz y Fernando Pérez, juntos en Conciertos Pilar Golf.
Conciertos Pilar Golf
Horario: esta noche, a las 20.30.
Lugar: auditorio de Pilar Golf (kilómetro 60.5 de la ruta 8, Pilar).
Reservas: 02322-490880/888.
Este fin de semana, el sexto ciclo de Conciertos Pilar Golf proseguirá con un programa que deleitará al público al compás de la música francesa para piano y flauta. De la mano de un programa formado por obras de Philippe Gaubert, Cesar Franck, Mel Bonis, Gabriel Fauré y Charles-Marie Widor, la flautista María Cecilia Muñoz y el pianista Fernando Pérez se presentarán esta noche, a las 20.30, sobre el escenario del auditorio de Pilar Golf.
La joven Muñoz se ha destacado en los últimos años como virtuosa de su instrumento. Residente en Suiza, ha sido alumna de grandes maestros como Peter-Lukas Graf, Aurèle Nicolet, Barthold Keujken, entre otros. Es primera flauta solista de la Orquesta Sinfónica de Jura, y suplente en la Orquesta de Cámara de Lausanne. Se presentó como solista en Europa y Sudamérica, obteniendo numerosos premios en su país y en Suiza, Serbia, Finlandia y Alemania.
Por su parte, Fernando Pérez es antiguo conocido del público de Pilar Golf por sus actuaciones en distintos conciertos. El último de ellos fue en “Carmina Burana”, de Carl Orff, abriendo la presente temporada. Juntos abordarán un verdadero “paseo” por el elegante espíritu del repertorio romántico galo, a través de páginas musicales inolvidables.
Detalles del programa
A propósito del espectáculo programado para esta noche en Pilar Golf, el crítico Daniel Varacalli Costas manifestó: “Nuestro primer autor, Philippe Gaubert, fue un respetable ejecutante de flauta, además de director de orquesta y compositor, actividad esta última en la que su instrumento casi siempre llevó la voz cantante. Compartiendo la senda de su coetánea Cecilia Chaminade, otra interesante compositora francesa, Mel Bonis tiene un catálogo de más de 300 títulos, tanto solistas, de cámara, como orquestales, siempre con una predominancia del piano”.
“Widor –continuó– es poco interpretado más allá de sus obras para órgano; de modo que la Suite Opus 34, publicada por Hamelle en 1877 y luego reeditada en los últimos años del siglo XIX, viene a compensar ese olvido. La obra reafirma la vocación de Widor por el Barroco. Los contornos elusivos de la música de Fauré, delineados con finos trazos, producto de un interesante trabajo sobre los aspectos armónicos de la escritura musical, anuncian el carácter fuertemente climático de la música de su país durante la primera mitad del siglo pasado. La Sonata para violín y piano, que se escuchará en un arreglo para flauta y piano (también hay versiones para violonchelo o viola y piano), corresponde a la última década de su vida. Fue dedicada a su compatriota y paisano, el célebre violinista Eugène Ysaÿe, como regalo para su boda en Bruselas, en 1866. El pobre cónyuge fue quien se encargó de estrenarla, presumiéndose su agotamiento ante las dificultades de la partitura”.