Parte del taller durante el lanzamiento de la antología en Pilar Point. Hoy llega a la Feria del Libro.
Parte del taller durante el lanzamiento de la antología en Pilar Point. Hoy llega a la Feria del Libro.
Presentación de “Antología peregrina”
Horario: esta tarde, a las 18.
Lugar: 36ª Feria del Libro de Buenos Aires (Avenida Sarmiento 2704, Palermo).
Entrada: 12 pesos.
Los alumnos del Taller Literario “Silvina Ocampo” de la Casa de la Cultura de Pilar llegarán hoy a la 36ª Feria del Libro de Buenos Aires para difundir su primera obra “Antología peregrina”, editada recientemente a través de la Subsecretaría de Cultura.
De la mano de esta selección de poesías y cuentos, los 10 autores locales que componen el grupo coordinado por la profesora Julia García Mansilla, se presentarán esta tarde, de 18 a 20, en el espacio de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de la Provincia de Buenos Aires (pabellón Verde, calle 14, stand 817 de La Rural de Palermo).
“Es la primera vez que el taller llega a la Feria del Libro, así que es un privilegio enorme, sobre todo porque vamos a promocionar nuestra primera antología. Los alumnos están muy entusiasmados y felices con esto”, expresó García Mansilla, en charla con El Diario.
A mediados de abril, la obra fue lanzada a través de un encuentro montado en el Shopping Pilar Point, donde se compartieron algunos de los textos públicos. “Fue muy satisfactorio, se logró un clima muy ameno y desestructurado. Además contamos con el aporte musical de Soledad Cabrera y Federico Rosso, sin olvidar que Edgar Scovenna cantó su huella ‘Tratado del Pilar’, que fue considerada por el historiador Pacho O’Donnell como una especie de himno para el Partido”, añadió la coordinadora del taller literario municipal.
Recorrer la literatura
El Taller Literario “Silvina Ocampo” trabajó durante el año pasado en la preparación de esta antología que reúne textos (poesía y/o cuentos) de María Cecilia Bastarrica, Gloria Cuenca Chapman, Elsa Farjat, Silvina Feraud, Carolina Oteiza, Silvina Shejtman, Edgar Wilker Scovenna, Silvia Susana Scovenna, Mirta Sosa y Silvana Vidussi.
La coordinadora del grupo explicó que si bien el amor es la temática que predomina, en el libro se perciben dos miradas distintas, que tienen que ver con una cuestión generacional. “La gente mayor se inspira en los nietos, la soledad o la incomprensión que en ocasiones reciben de aquellos que tienen menor edad. Los jóvenes son creativos, se manejan en un terreno más amplio y con una buena dosis de fantasía”, detalló García Mansilla.
Algunos alumnos ya tienen experiencia en el campo de la escritura o fueron premiados en certámenes, otros recién están dando sus primeros pasos, pero todos comparten con el mismo entusiasmo la pasión por las letras. “En el taller se trabaja entre todos, porque todos dan su opinión, todos corrigen y al corregir se aprende. Nos llevamos muy bien, somos todos amigos y compañeros en esta tarea tan linda que es recorrer la literatura”, declaró la coordinadora del taller, que funciona los jueves, de 18 a 20, en la Casa de la Cultura de Pilar (Rivadavia 370).
Octubreando
Veintidós días
por Horacio Pettinicchi
Si el buen Dios tardó sólo siete días para crear el mundo, veintidós días bastaron para que, en un frenesí de dedos tecleando su vieja máquina, Jack Kerouac (1922-1969) nos legara en un rollo de papel continuo su novela “En el camino”. Escrita en 1951 esperó algo más de seis años en poder publicarla y no mucho más para que las parcas, tal vez enojadas por su irredenta vida, lo apartaran de su carretera, pero su novela sigue andando en la ruta de las distintas generaciones. Formadora, iconoclasta, rompedora de estructuras si se quiere, es sin duda el texto más afamado de los muchos que alumbró la generación “beat” de la que Kerouac fue pilar y motor.
“Un coche rápido, una larga carretera y una mujer al final del camino” es la definición que el autor hizo de su obra. En ella, recreando los cuatro viajes que realizara entre 1947 y 1949, eleva a mito la ruta 66, carretera interestatal que atraviesa Estados Unidos de Este a Oeste. En ella se emborrachan, se escucha jazz, se visita amigos, Kerouac no ahorra sudor y lágrimas, semen, drogas y tragedias. A través del mescal, el peyote y la buena yerba, buscan el camino interior para vivir al tope, haciéndole un corte de manga al sistema.
Cuentan cosas de un mundo que poco tiene que ver con la globalización, aventuras divertidas, duras, emocionantes, tristes si se quiere, pero siempre atractivas.
Su actitud al límite, de no perderse nada, estar en medio de la acción, hace que Bob Dylan, Jim Morrison y muchos más pasaran su antorcha, que aún hoy se mantiene encendida. Los protagonistas que recrea en la novela son sus amigos, William Burroughs, Allen Ginsberg, Dean Moriarty, y él mismo se convierte en un personaje junto a tantos otros beat menos conocidos, que creyeron en esa vida, le creyeron a él para luego plasmar en poemas o novelas ese modo de asumir la existencia. Una existencia sin frenos que, al igual que a todos, nos lleva al desastre en este camino que es la vida, con la diferencia que llegado el momento se ha vivido de tal manera que permite vislumbrar el gozo intenso.
La fuerza de su prosa, lo descarnado de su palabra, continúa hipnotizando y empujándonos a recorrer carreteras donde los cambios rasantes son amores perdidos y las cuestas empinadas luchan por alcanzar la intensidad.
“En el camino” cuenta las andanzas de Dean Moriarty y Sal Paradise, unos personajes que son un reflejo de Neal Cassady y el propio Kerouac.
El motor que se ha puesto en marcha con el encuentro de estos dos tipos ya no parará.