Literatura

Soy mano: Toco madera y no paso debajo de una escalera

por Graciela Labale

11 de noviembre de 2023 - 11:04

No soy supersticiosa, nunca lo fui, pero por las dudas… Dicen que los cumpleaños no se festejan previamente, ni se saluda a las personas con anticipación. Por eso, como voy a escribir sobre alguien que cumple medio siglo el lunes, tocaré madera y no pasaré por debajo de ninguna escalera hasta ese día. Con los gatos negros no me meto porque son mis favoritos.

El lunes 13 (menos mal que no cae martes), cumple sus primeros 50 pirulos mi amigo de la vida y compañero de columna, Víctor Koprivsek. Si bien algunos lectores dirán, -y a mí qué me importa-, me anticipo y les respondo, pero vamos… todos tenemos o al menos deberíamos tener un amigo o una amiga así en la vida. Y si no te pasa, me permito un consejo, salí a encontrarlo, te aseguro que vale la pena.

El tipo está en todas y con todos, con su familia, con mi familia, con los amigos, se hace el tiempo necesario para no fallar. Aunque esté lejos siempre está cerca. ¿Si se equivoca?, ¿si tiene errores? Pues claro que sí, quién no! Pero tiene la humildad suficiente para reconocerlo y disculparse a tiempo. Y miren que discutimos eh!!! (Si lo sabrá el Chino Méndez, testigo y mediador muchas veces). Diferencias, algunas pocas. Coincidencias, muchísimas, ganan por goleada. Son unos 25 años los que venimos caminando juntos, cuando sin buscarnos nos unió un querido amigo en común, que ya no está entre nosotros. Recuerdos miles. Si elijo identificar uno, muy personal, me quedo con una noche de recital, cuando arrancaba el 2001. Fuimos testigos de la presentación de Chavela Vargas, en el Gran Rex y con un maestro de ceremonias de lujo, ni más ni menos que Pedro Almodóvar, quien no se conformó con anunciarla sino que al final se animó a un dúo, para cantar “ Volver…volver”. “Las canciones de Chavela te dan ánimo para que, cuando salgas a la calle, sigas equivocándote una y otra vez”, dijo el manchego. Y así fue, le hicimos caso: cena interminable y recorrida para cerrar bares. Como no podía ser de otra manera, después de reír, llorar y emocionarnos con la Chamana.

Tampoco voy a dejar de lado algo que nos convoca todo el tiempo, junto al Chino, pero que no es recuerdo, es actualidad siempre: la poesía y la música. Los tangos y el vino. Momentos inolvidables. Y esas eternas vigilias que no saben de distancia y que nos reúnen cada 23 de marzo esperando el 24, en IntegrArte.

Ése es mi amigo, el derquino, el Negro, Vic, el poeta empedernido, o como quieras decirle. Te quiero loco!

“Un barco frágil de papel, parece a veces la amistad. Pero jamás puede con él, la más violenta tempestad. Porque ese barco de papel tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel, un corazón”. Alberto Cortez.

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