La primera vez de Agarrate Catalina en Pilar seguramente será inolvidable para muchos de los que este jueves llegaron al Teatro Gran Pilar para ver la actuación de la murga uruguaya, en lo que fue el inicio de su gira por el país.
La murga uruguaya se presentó en el Teatro Gran Pilar, en el inicio de su gira por el país. Su música, alegría y mirada social redondearon una presentación para el recuerdo. VIDEO.
La primera vez de Agarrate Catalina en Pilar seguramente será inolvidable para muchos de los que este jueves llegaron al Teatro Gran Pilar para ver la actuación de la murga uruguaya, en lo que fue el inicio de su gira por el país.
En poco más de una hora y media de show, la cinco veces ganadora del carnaval de Montevideo fue mechando pasajes de sus últimos tres espectáculos, “Defensores de causas perdidas”, “Amor y odio” y “La involución de las especies”, con un hilo conductor que aborda temas como la sociedad binaria de grieta, más viva que nunca por estos días en nuestro país, la cohesión social, las nuevas izquierdas, las nuevas derechas y las recetas políticas que los pueblos de esta parte del mundo terminamos comprando una y otra vez y que irremediablemente terminan fracasando.
La agrupación que lideran los hermanos Tabaré y Yamandú Cardozo se siente local en estas tierras y no paró de compartir guiños de nuestra cotidianidad, con el humor y la fina ironía típica del género.
Algunos de los momentos especiales del show se vivieron cuando entonaron “Soy”, el homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo, cuyos derechos fueron enteramente cedidos para apoyar su lucha y seguir defendiendo el derecho a la identidad.
En las butacas, muchos uruguayos, felices, nostálgicos, incluida la cónsul oriental Lilian Alfaro, que un rato antes del show se reunió con el intendente Federico Achával y con el secretario de Gobierno, Santiago Laurent, para recibir a un grupo de vecinos pilarenses de la comunidad uruguaya.
También pasó “Montevideo”, uno de los “hits” de La Catalina y que en poco más de 2 minutos recrea las raíces mismas de la murga, y el bello “Vivir”.
Sobre el final llegó el crudo “La violencia”, una descarnada mirada sobre la marginación y la postergación, precedida de un divertido relato de Yamandú de cómo y cuándo fue compuesta por su hermano Tabaré, arriba de un micro de gira en alguna ruta argentina.
El cierre, como corresponde, con un fragmento de la retirada del carnaval del 2008, con los murgueros bajando del escenario y sin parar de cantar, fundiéndose con el público en el hall del teatro para repartir abrazos y fotos para todos y todas.
Así pasó una de las manifestaciones más poderosas y atractivas de la cultura popular en el Río de La Plata con La Catalina, una de sus exponentes más genuinas y explosivas, en una romance a primera visita con nuestra ciudad. Que se repita.