Super Jump se instaló en el kilómetro 50. Tiene más de 300 metros de recorrido para todas las edades. Se queda hasta el 30.
A LOS SALTOS. Los inflables, diversión para chicos y grandes.
Este sábado abrió sus puertas Super Jump, el parque inflable más grande de Latinoamérica y promete ser furor en Pilar. La atracción fue instalada en un predio que se ubica a la altura del kilómetro 50 de la Panamericana –mano a CABA- y funcionará hasta el día 30 de este mes.
Super Jump consta de un recorrido inflable de más de 300 metros de extensión con obstáculos, toboganes y desafíos para todas las edades. No obstante, los menores de 6 años deben ingresar acompañados de un mayor de edad para su cuidado y asistencia en los obstáculos más difíciles.
El parque está compuesto por 35 piezas unidas entre sí con turbinas lo suficientemente potentes como para soportar a más de 200 personas al mismo tiempo dentro del inflable.
Los días y horarios serán jueves y viernes de 14 a 18 (comienzo de los turnos a las 14, 15, 16 y 17); sábados, domingos y feriados de 11 a 18 (comienzo de los turnos 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17.
Características
Dentro del recorrido pueden encontrarse cuatro toboganes, esferas para cruzar de lado intentando no caerse, túneles, vallas, escalones y diferentes diseños de obstáculos.
En cuanto a las medidas de seguridad, el lugar cuenta con redes de contención en todo el recorrido, personal para asistencia y cuidado de los participantes, media sombras para protegerse del sol, todo el equipamiento eléctrico anti tormenta y a prueba de agua, fuera del alcance de los participantes.
Los turnos tienen una duración de una hora (si el estado físico acompaña). Dentro de esos 60 minutos, los visitantes pueden hacer el recorrido cuantas veces quieran.
La entrada tiene un valor de $9.000 para los mayores de 6 años y de $15.000 para los menores de esa edad que ingresen con un adulto. Las mismas se adquieren en TuEntrada.com.
Además, el parque está diseñado para poder seguir todo el recorrido de los participantes desde afuera, sin necesidad de subirse al inflable para los acompañantes que no deseen hacerlo. Por eso, sólo se abona entrada por subir al inflable.