La Iglesia en tiempo de pandemia

Jesús recorre los barrios en la celebración de Corpus Cristi

La imagen del Santísimo recorrerá varias zonas de Pilar este domingo, como una forma de llegar a los fieles en momentos de aislamiento.

Por Redacción Pilar a Diario 14 de junio de 2020 - 08:00

Este domingo, la comunidad católica celebrará la Solemnidad de Corpus Cristi y, por las características particulares de este año, la dinámica será distinta, con la consigna “Quedate en casa – Jesús pasa por tu puerta”.
De esta manera, la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en conjunto con la Parroquia Nuestra Señora de Las Gracias, realizarán un acto inter parroquial. “Como no es posible realizar procesiones debido a las normas de aislamiento debido a la pandemia del Covid19 –explicaron-, se realizará la exposición del Santísimo en un vehículo, recorriendo las calles de los distintos barrios de la ciudad de Pilar, tomando como eje las capillas que componen las dos parroquias”.
El recorrido de la Custodia con el Santísimo será en soledad con el celebrante, sin acompañamiento de fieles, ya que no se trata de una procesión.
Saliendo de la parroquia Nuestra Señora de las Gracias, luego de la misa de las 11(que será transmitida por Facebook), el recorrido incluirá las zonas de Villa Verde, Villa Buide, El Bosque, Pilar centro, barrio Vicente López, La Pilarica, Santa María, Mirasoles, Villa Morra, San Alejo, La Lomita, Agustoni, Las Margaritas y Morelli, para finalizar en la Parroquia Nuestra Señora del Pilar. “La idea central del acto –agregaron- es esperar y ver pasar al Santísimo por delante del domicilio de cada cristiano, sin acompañamiento en la calle y sin salir de la casa”. Y agregaron: “Jesús vive en nuestros corazones y recorre las calles de Pilar, rezando en conjunto desde cada Iglesia doméstica de nuestras familias”. 


Orígenes
Las raíces de la solemnidad del Corpus Christi se remontan al siglo XIII. En 1215, ante quienes afirmaban la presencia simbólica y no real de Cristo en la Eucaristía, el Concilio Lateranense IV afirmó la verdad de la Transustanciación, que el Concilio de Trento de 1551 reafirmó definitivamente: con la consagración del pan y del vino se lleva a cabo la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre.
 

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