Es el actual kilómetro 57

¿En qué lugar se firmó el Tratado Del Pilar?

Por Redacción Pilar a Diario 23 de febrero de 2020 - 00:00


Por Alberto Allindo * 

         
Estamos celebrando el bicentenario de la firma del Tratado Del Pilar y nos parece propicia la fecha para interesarnos por nuestra rica historia local. Nuestra Junta de Estudios Históricos del Partido Del Pilar comenzó el año pasado a desandar el camino hacia este bicentenario y en las Jornadas que realizamos, buscamos delinear aún más el lugar exacto de la firma del pacto entre los gobernadores de Entre Ríos, General Francisco Ramírez; de Santa Fe, Estanislao López; y el reciente nombrado Manuel de Sarratea, por Buenos Aires. Recordamos que al pie del documento suscripto dice: “Fechado en la Capilla del Pilar a 23 de febrero de 1820”.
Siempre fue motivo de discusión ese lugar, a pesar de que no hay dudas que se firmó en lo que se conocía como “El Pilar”. Si nos atenemos al acta, fue en la Capilla Del Pilar, a los pies de Nuestra Señora Del Pilar, pero no existe un documento en los libros parroquiales, carta o alusión escrita alguna que señale ese acontecimiento. Otra suposición es que se haya firmado en el campamento, situado por entonces en las cercanías de la actual La Montonera, o bien en algún paraje cercano donde seguramente los gobernadores estaban instalados.
Por ahora simplemente tomemos como certero que por esa época, el templo del Pilar era el signo distintivo del poblado. El “Pilar Viejo” estaba emplazado en la zona que hoy ocupa el kilómetro 57 de la Ruta Nacional 8 (aproximadamente un kilómetro antes de trasponer el Río Luján, barrio “El Panchito”). No existe una fecha de fundación o referencia documentada sobre un día exacto de sus inicios como población, pero podemos aventurar que comenzó algunos años antes de 1729, cuando María Cabezas decide construir un oratorio para rendirle culto público a una imagen de bulto de Nuestra Señora del Pilar. De esos años, existe un documento que reafirma estos dichos, ya que en el año 1731 el Alférez López de Quiroga fue autorizado a pedir limosna para la construcción de la futura Capilla.
María Cabezas no sólo donó la imagen de la virgen, sino que también cedió una parcela de su propiedad (“cuadra en cuadro”, dicen los documentos) para la construcción de la Capilla Del Pilar. En el año 1737 falleció Doña María Cabezas y fue sepultada en dicha capilla. Luego de su muerte, en 1749, otra porción de sus tierras pasó a propiedad de la Iglesia. Con los años, fue creciendo el pueblo, pero tenía un destino cruel: fundado tan cerca del Río Luján para el aprovechamiento del agua cercana, los continuos desbordes hacían imposible la permanencia de las construcciones ya que, haciendo una pequeña perforación, “a una vara ya había agua” como decían los comentarios de la época.
Para peor, había un arroyo a unos metros. Es por ello que el 3 de junio del año 1818, “el gobierno Nacional” emite la norma donde aprueba y autoriza el traslado de pueblo. Fue suscripta por el Director Juan Martín de Pueyrredon en donde concede el traslado del Curato al actual emplazamiento. De esos tiempos de la firma del Tratado y hacia 1822, obtuvimos en el AGN un decreto del entonces ministro Bernardino Rivadavia, en el que se denunciaba la “completa ruina” de la Iglesia Del Pilar.
De esos años, existe un documento excepcional que nos llega gracias a la investigación de Aldo Beliera. Fue realizado en el año 1799, donde se observa un diseño incorporado en el juicio promovido por D. Luís Antonio de Tagle, cura Vicario del Pilar, contra los herederos de Gerardo Pérez de la Rosa, por el derecho a unas tierras contiguas al templo. Esta “mensura o croquis” nos servirá para situar actualmente la Capilla y el poblado.
En este diseño está demarcado un arroyo, cuya curvatura ha servido para ubicarnos años atrás. Asimismo, de las posteriores mensuras que se realizaron luego de 1865 para los propietarios que adquirieron estas parcelas, surge con toda evidencia el cementerio que estaba (como era costumbre en esa época) situado al frente o costado de la capilla. Mediciones realizadas desde la ruta, también dan por ciertas las dimensiones en metros de esa documentación. Así, el pueblo habría tenido una extensión aproximada de 400 varas por otras 400 varas, (unos 344 metros por cada lado). La iglesia, el único edificio demarcado importante, habría estado a unas 200 varas del arroyo (170 metros). El pueblo y a juzgar entonces por este documento, era un caserío muy reducido, con pocos hogares y escasos vecinos.
El Capitán Félix de Azara en uno de sus viajes durante el año 1784 expresa que la Capilla del Pilar “tiene alrededor unas 30 casas o ranchos”.
Esta dimensión del pueblo, también es validada por los argumentos que los pilarenses llevaban a las autoridades del Cabildo para convencerlos del traslado de su traslado: “… desde la construcción de la parroquia, solo hay unas pocas casas armadas con horcones de madera y techos de paja”.
Si extrapolamos estos datos sobre una imagen del barrio actual, notaremos que aun hoy existen vestigios indudables de este poblamiento, ya que el cementerio contiguo a la capilla primitiva, está en su mayor parte preservado de construcciones y ubicable a la precisión. Ese dato nos permite situar específicamente a la capilla ya que el cementerio estaba ubicado como en este caso, al costado. Asimismo, la delimitación actual de las calles, por ejemplo, coincide su mayoría con la predisposición de las casitas del Pilar Viejo en ese documento de 1799. Más aun, la donación de la “cuadra en cuadro” que hiciera María Cabezas es visible si lo miramos desde una altura apropiada.
Esperemos que algún día pueda establecerse un recordatorio o lugar específico en el Pilar Viejo que nos permita rescatar esta memoria de la historia local.

* Integrante de Junta de Estudios Históricos del Partido Del Pilar.
 

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