Identidad

Cuando casi nos convertimos en “Nueva Buenos Aires”

En el siglo XIX, los vecinos pidieron y lograron la mudanza del pueblo. Pero se fue más allá y se propuso cambiarle el nombre a Pilar. El artífice fue el cura y periodista Castañeda.

Por Redacción Pilar a Diario 15 de julio de 2018 - 00:00

A principios del siglo XIX, los vecinos que conformaban el caserío que en ese entonces era Pilar buscaban una solución a su principal preocupación: las inundaciones constantes que se producían por la cercanía con el río Luján.
Por aquellos días, el pueblo –ubicado en la zona hoy conocida como Pilar Viejo- estaba conformado por un puñado de casas que habían sido edificadas sobre un terreno por demás pantanoso, y la extensión de la superficie poblada era menor a las 10 hectáreas. La capilla construida en el terreno donado por María Cabezas (cuyos restos descansaban allí desde 1737) se ubicada a menos 200 metros del río.
En este contexto, la idea que se impuso fue la de eliminar el problema de raíz, directamente mudando el casco céntrico.
Para lograrlo, los habitantes pidieron ayuda a una personalidad influyente para la época: Fray Francisco de Paula Castañeda, sacerdote y periodista de lengua filosa y frondosa actividad social. Él fue el gran artífice de la mudanza de Pilar, al que casi le cambia el nombre por el de Nueva Buenos Aires.

Traslado
Francisco de Paula Castañeda fue el primer periodista satírico de nuestra historia. Opositor a Bernardino Rivadavia y Martín Rodríguez, sus posiciones le valieron el destierro hacia el interior de Buenos Aires en un par de oportunidades, hasta su expulsión definitiva de la provincia en 1823. Antes, entre 1815 y 1822, fundó y cerró gran cantidad de periódicos como Doña María Retazos, El despertador teofilantrópico místicopolítico, Eu nao me meto con ninguem y El desengañador gauchi-político.
A él acudieron los vecinos de Pilar en 1817 para pedirle que intercediera ante las autoridades, debido a que el sacerdote franciscano ya había colaborado en las obras que alivianaron las inundaciones en el actual barrio de Recoleta. Así, en junio de ese año le pidió a Juan Martín de Pueyrredón que prestara atención al reclamo, aunque en principio no fue atendido.
Tras su insistencia, en febrero de 1818 se mandaron a fabricar 30 mil ladrillos, destinados a las nuevas construcciones: el traslado del pueblo iba a ser un hecho. Asimismo, se dispuso la construcción de horno ladrillero para producir material propio.
El cura Castañeda se encariñó de manera particular con esta pequeña porción de la provincia, llegando incluso a navegar el río Luján en compañía de los naturalistas Aimé Bonpland y Eduardo Holmberg. Allí proyectó la construcción de un puente, algo que nunca se concretó a pesar de que le pidió ayuda hasta al dictador paraguayo José Gaspar Francia.

Rebautizados
Castañeda no solo colaboró para trasladar el pueblo, sino que además estuvo a punto de lograr que se cambie su nombre por el de Nueva Buenos Aires, con Pueblo Argentino como segunda opción.
En septiembre de 1818, el cura justificó el cambio de denominación por la cercanía con la Buenos Aires original, más la construcción a mano en su momento de cinco cerros con sus fosos, como protección ante los ataques de los aborígenes. De hecho, en 1819 escribió una oda en alabanza a ese nuevo pueblo que se había erigido a cinco leguas de su emplazamiento original.
No obstante, en forma inesperada surgió un competidor: Bahía Blanca también pedía llamarse así, a partir de una promesa hecha por Bernardino Rivadavia, su enemigo acérrimo. En la disputa incluso se evaluó mencionar a la Pilar y Bahía como Nueva Buenos Aires Norte y Sur, respectivamente.
Queda claro que la disputa no tuvo vencedores, conservando ambas ciudades su nombre original, hasta nuestros días.
El Fray Francisco de Paula Castañeda murió en Paraná en 1832, a los 56 años. A él se le debe el traslado de Pilar, ciudad que en su nuevo emplazamiento comenzó a crecer gracias a la influencia de –entre otros- Lorenzo López. Pero esa es otra historia… 

 

El dato
Bahía Blanca también pedía llamarse así, e incluso se evaluó mencionar a las dos ciudades como Nueva Buenos Aires Norte y Sur.

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