López Camelo viene de jugar 2 años en Atlas. Jugó 26 partidos e hizo un gol.
Fénix recuperó a uno de sus hijos que parió futbolísticamente. Federico López Camelo, que se formó en las inferiores apenas desembarcó el club en Pilar.
El mediocampista de 24 años, que a mediados de 2008 se incorporó a préstamo a Atlas, de General Rodríguez, equipo de Primera D, alternó titularidad con suplencia alcanzando 26 partidos en Primera División y convirtiendo 1 gol (Puerto Nuevo de Campana).
Sabe que viene a un equipo que durante la temporada 2010/11 de Primera C buscará sumar puntos para engrosar el promedio y salvarse del descenso. “Yo lo tomo como un desafío porque primero estoy en un lugar donde no pude demostrar mucho y por otro, porque el club no está de la mejor manera, arranca con promedio muy bajo y los que estamos, tendremos que luchar para salvarlo”, declaró Fede.
“Cuando me fuí no tenía muchos partidos en Primera, igual me fuí bien. Jugué en otro club para demostrarme a mí mismo que podía hacerlo mejor. Pero estoy contento por volver al club donde nací futbolísticamente. Aparte es una categoría más arriba en la que yo estuve. Así que trataré de demostrar que soy un jugador que está para ayudar y pelear por el objetivo”, sostuvo el volante derecho, que debutó en la derrota 3-2 de Fénix ante Midland, por el torneo 2003/04 de Primera D.
Las dos temporadas en Atlas le sirvieron para ganar experiencia y competir en una categoría muy dura. Para López Camelo la C es una divisional desconocida, aunque por comentarios y referencias de algunos de sus amigos, que también son jugadores, dijo que “por jugar no conozco, pero por lo que me han comentado tenés un poco más de espacio. Tenés que estar bien físicamente, porque para ganar bien ese espacio hay que estar bien ubicado siempre”.
La posibilidad de ser titular en el Marrón de Las Malvinas se la dio el técnico Guillermo Szeszurak. El Búfalo lo alternaba entre los once y el banco siempre jugando como carrilero por derecha o marcador de punta, sectores en los que se adaptó muy bien. Hasta en un partido se animó a jugar de doble cinco.
“Con Tradito no hablamos mucho de lo futbolístico, pero en la prueba que hice me utilizó de volante por derecha y algunas veces como marcador de punta por ese sector. Es una posición, de 4 u 8, que jugué en Atlas, y hasta de volante central, así que en donde me utilice voy a estar preparado”, expresó el jugador que hizo las infantiles y juveniles en el Albinegro.
-¿Cómo te sentiste en tu vuelta al club?
- Muy cómodo aparte porque llegué y siempre hay alguien conocido. Chicos que conocía de otros años, así que estoy bien y tranquilo esperando que comience la pretemporada.
-¿Por qué tomaste la decisión de volver a Fénix?
- Primero porque me llamaron algunos de los dirigentes, porque Fénix está una categoría arriba, y es una divisional más en la que yo venía jugando. Es un nuevo desafío para crecer futbolísticamente. Capaz que estando acá voy a poder jugar varios partidos.
Miedo al descenso
“Hay que tomárselo con tranquilidad, porque primero no podés pensar que tenés que salvarte del descenso sino entrar pensando en algo mejor, sino te juega una mala pasada y sumás una presión extra. Entonces hay que ser positivos, pensar en sumar y de esa manera podés llegar a salvarte”, disparó. Pero no se achicó y apostó fuerte: “si estamos arriba, por ahí podemos pelear para entrar al Reducido. Pero está difícil. Hay que estar consciente que no se puede regalar nada. Los que jueguen o estén entre los titulares tendrán que dejar todo”.