Plantel docente del Jardín de Infantes Nº 906, en la década del 90. Paradas de izquierda a derecha: Flory Darget y Marcela Benozzi. En cuclillas: Cecilia Mossier y Sandra Chapochnikoff.
Plantel docente del Jardín de Infantes Nº 906, en la década del 90. Paradas de izquierda a derecha: Flory Darget y Marcela Benozzi. En cuclillas: Cecilia Mossier y Sandra Chapochnikoff.
por Armando Mathías D’Auría
Hacedoras angelicales de la docencia que eligieron como vocación y que la profesionalizaron con entusiasmo y nobleza, para ser la posta de relevo del amor maternal.
Un relevo necesario para que nuestros hijos, pequeños pilarenses, continúen en el hermoso y desafiante proceso de socialización e inicien el de escolarización para que sus vidas se construyan con y hacia un paso más de sus familias.
Familias, papás y mamás que dejaron caer amargas lágrimas en la despedida de aquel primer día de adaptación al jardín de su hijito o hijita, pero que prontamente se secaron al ver la jovial, preparada y tierna sonrisa de la “Seño” que con un color (rosa, verde, celeste, amarillo) o un animalito (patitos, conejitos, gatitos, etc.) tomaba a nuestros retoños con sus delicadas manos y los invitaba a participar del más loable y vital proceso que llamamos de enseñanza-aprendizaje.
Y así, la agenda de la vida que aprendí a leer con detenimiento y que todavía se muestra entera por tener en este año 2010 sólo 5 meses de vida indica para este fin de mes, el día de la “Maestra Jardinera”.
Un día para homenajear, para festejar, para regalar una flor a aquella maestra jardinera cuyas tiernas manos todavía sentimos que toman las nuestras para enseñarnos o para llevarnos a jugar en trencito, cuyos besos siguen suavizando las despedidas de mamá y ruborizan el alma de tan bonitos que son, y cuya voz, suave, delicada y amorosa seguimos oyendo en los oídos de nuestro corazón.
Dedico mi nota dominical a las maestras jardineras de Pilar, a aquellas docentes de alma que en este nivel inicial supieron, saben y sabrán dar el amor necesario para continuar la formación integral de nuestro máximo tesoro: nuestros hijos. ¡Feliz día seños de jardín!
El cuerpo docente del jardín de infantes Alfonsina Storni Nº 1, en junio de 1981. Abajo, de izquierda a derecha, Justa Bellome, Marisú Vergani de Ayr, Patricia Rodríguez, Susana Serantes de Zamarripa, Kuqui Monsalvo, Mabel Teresita Vacarezza de Martini, Marta Pallotte y Graciela Minestrelli. En el medio (izq. a der.), Rosita Gerhardinger, Coca Bianchi de Ochotta, Matilde Fernández de Gattinoni, (no identificada), Ester Marchese, Norma Thomassey, y María del Carmen Rodríguez (hoy esposa del intendente Humberto Zúccaro). Arriba, Ana Peralta, Liliana Lizarraga, Noemí Marchese, Alicia Martínez, Nelita Martignoni de Gómez, Chachi Busquets de Tropiano, Bety Duglokinsky
El 15 de mayo de 1981 se reunió el equipo docente del jardín Nº 901 para despedir a la primera directora, Noemí Lavallén de López, que mantuvo una trayectoria ejemplar de 15 años.
La señora María del Carmen Rodríguez de Zúccaro –hoy secretaria de Educación, Cultura e Integración de la Comuna-, en el Jardín de Infantes Nº 929, de Pilar, el 20 de junio del 2006.
Maestras del jardín de infantes Nº 903, Rosario Vera Peñaloza. Abajo, de izquierda a derecha, Matilde de Gattinoni, Leonor Alberini, Gloria Hernández, Patricia Chanteiro, y Delia Griego. Arriba, Marisa Toledo, Patricia Barberena, y Judit Cerda.
La seño Romina, junto a su pequeño alumno Gaspar Ortmann, de la salita de 3 del Colegio Argentino Almirante Brown, en marzo del 2005.
La directora del jardín de infantes Nº 901 en el 2007, Susana Bocciani, junto al abanderado Agustín Moyano, Nicole (izq.) y Casandra Ayr Vergani (der.).
Todas las fotos pertenecen a la colección personal de Armando Mathías D’Auría.