Una treintena de organizaciones gremiales de todo el país salieron a denunciar públicamente que el índice de inflación oficial difundido ayer por el gobierno nacional es “un dibujo” que no se condice con los aumentos reales de la economía cotidiana, y exigieron actualizar la metodología de medición.
“No son ciertos los números que se comunican oficialmente”, sentenciaron los gremios a través de una durísima declaración pública en la que sostuvieron que el 2,2 por ciento de inflación en enero y su acumulado anual difundido esta semana tienen “un desfasaje cercano al 15 por ciento” respecto de los salarios reales.
No es la primera vez que sectores del trabajo ponen en tela de juicio “el dibujo oficial” en los índices del Indec, pero la particularidad del caso es que este pronunciamiento colectivo se suma al coro de reclamos que hasta un sector de los propios trabajadores de ese organismo y distintas fuerzas políticas realizan al respecto desde hace meses.
Los datos que el Gobierno celebró este jueves no sólo dan cuenta de un porcentaje irrisorio en enero sino que ese número ofreció una comparación interanual que sumó 84,5 por ciento. La Casa Rosada interpretó que fue la inflación “más baja desde julio de 2020 y la menor para un mes de enero desde 2018”.
Sin embargo, el comunicado firmado por la Asociación Bancaria, los estatales de ATE, profesionales de la salud aunados en Fesprosa y CICOP, Luz y Fuerza, Judiciales y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) asegura que la inflación oficial “no refleja el aumento efectivo de los bienes y servicios que afrontamos todos los meses”.
“Los datos de inflación no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos” y por ello “necesitamos unirnos para reparar esta injusticia”, recalcaron.