La Justicia procesó a seis trabajadores ferroviarios por el choque de trenes de la línea San Martín ocurrido el 10 de mayo pasado en el barrio de Palermo, cuando una formación que llevaba pasajeros impactó contra otra vacía, con un saldo de 61 heridos, dos de ellos graves.
El Juzgado Criminal y Correccional Federal 11, a cargo de Julián Ercolini, dictó el procesamiento por estrago culposo agravado a señaleros, maquinistas y auxiliares, al considerar que hubo una “convergencia de comportamientos imprudentes” que derivaron en el mencionado accidente.
Los apuntados son Nahuel Alejandro Morales, Mariano Ignacio Filangieri, Damián Bartoletti Renzi, Leandro Martínez, Javier Armando Silvero y Alfredo Fernando Gómez. Sobre todos ellos, además, se dictaron distintos embargos.
Paralelamente, se decidieron los sobreseimientos de Jorge Luis Oliva, Sabrina Joao, Christian Adrián Guevara, Gonzalo Sebastián Krenz, Emmanuel Martín Villafañe Arieta y Alejandro Goldfarb.
El accidente
El choque de trenes investigado por la Justicia ocurrió alrededor de las 10:30 de la mañana del viernes de 10 de mayo, a la altura de la intersección de las avenidas Figueroa Alcorta y Dorrego. Allí un tren de pasajeros chocó a otro vacío, produciendo el descarrilamiento de este último.
El hecho causó 61 heridos, dos de ellos de gravedad, pero no tuvo víctimas fatales. Rápidamente las autoridades montaron un gran operativo de rescate y seguridad para auxiliar a las personas damnificadas.
Rápidamente, las autoridades judiciales imputaron a dos maquinistas y sus asistentes, junto a tres auxiliares de la estación Palermo, aunque, en principio no se había determinado responsabilidad directa.
Desde un principio, la hipótesis más fuerte recaería en la tarea de los auxiliares y una posible falla de aviso.
“Una locomotora con un vagón circulaba en sentido a Palermo a baja velocidad. Al tren de pasajeros lo debían frenar a la altura de Salguero, pero el auxiliar se lo comió y autorizó el paso”, comentaron en la ocasión fuentes del caso.
Luego del hecho, Oscar Maturano, jefe del sindicato de los maquinistas de tren La Fraternidad, había denunciado que el conductor del tren con pasajeros tenía una notificación escrita que lo habilitaba a circular, a pesar de la locomotora que estaba con un furgón vacío estaba detenida en el recorrido previsto.
Maturano denunció que “se roban los cables de señalamiento”, y los trabajadores desde hace diez días, por lo menos, piden por mantenimiento. “No hay circuito por el robo y estaban todas las señales apagadas”, por este motivo se necesitaba una autorización que habilitara la circulación de la formación.