La localidad de Fátima recordó este martes uno de los hechos más terribles de su historia: el asesinato por parte de grupos de tareas de la última dictadura de 30 personas, cuyos cuerpos fueron dinamitados en un camino rural de la zona.
Lo dijo Hugo Argente, hermano de uno de los 30 asesinados por la dictadura hace 30 años. Familiares, vecinos y el Municipio los recordaron a 48 años.
La localidad de Fátima recordó este martes uno de los hechos más terribles de su historia: el asesinato por parte de grupos de tareas de la última dictadura de 30 personas, cuyos cuerpos fueron dinamitados en un camino rural de la zona.
A 48 años, más de 200 personas desafiaron el frío y la amenaza de la lluvia inminente para recordar a las víctimas en el monumento que las homenajea, a la entrada de la localidad, y reivindicar el valor de la lucha en la etapa actual de la Argentina.
El acto estuvo organizado por la Comisión por la Memoria de la Masacre de Fátima, junto a familiares, organismos de derechos humanos y el Municipio.
Hugo Argente, hermano de Daniel una de las víctimas de la masacre, destacó que “el pueblo de Fátima ha tomado este hecho como propio” y subrayó: “Es de ustedes los que pasó acá, les bombardearon el patio trasero de su casa. Y es hermoso que se hayan dado cuenta y que año tras año seamos un poco más”,
“Estos 30, más los 30 mil, más todos los que estuvieron presos, más los que se tuvieron que ir luchaban para que no pase lo que está pasando”, dijo refiriéndose al presente. Y pidió que la lucha “no quede en la palabra” sino que se traduzca en “el accionar concreto”.
“Hoy me conocen un montón de ustedes. Miren qué triste es que es hacerse famoso porque te mataron un hermano. No dejen que maten a los suyos. Y cada uno de ustedes es hermano del que tiene al lado”, dijo Argente.
Por la agrupación Nietes, integrada por nietos de desaparecidos y asesinados por la dictadura, habló Victoria de la Lama. “Nuestros compañeros tenían nombres, historias, sueños y luchas. Recordarlos es reafirmar nuestro compromiso con la construcción de un país donde la impunidad no tenga lugar”, dijo.
Y señaló que “en estos tiempos donde se busca ejecutar discursos negacionistas, odio y violencia, nosotros los nietos sentimos la responsabilidad de transmitir que la memoria sigue siendo nuestra herramienta de resistencia”.
Julieta García, presidenta del centro de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº9, donde empezó y terminó el acto, sostuvo “el hecho que se recuerda intentó borrar los sueños de una generación que creía en la posibilidad de cambiar el mundo. Nosotros nos preguntamos ¿Por qué se le tenía tanto miedo a la lucha y a la búsqueda de una sociedad más humana? ¿Y por qué resurgieron sectores que impulsan el olvido de estas historias?”.
El subsecretario de Derechos Humanos del Municipio, Fabián Pitronaci, destaco la importancia de la “memoria en este momento de negacionismo, en donde se ataca fuertemente a todo lo que es popular, a todo lo que es nacional, donde se ataca al pueblo”.
Y apuntó a que “diputados que deben representar a los ciudadanos de nuestro país van a visitar a los represores encarcelados: asco nos da”, dijo.
Por último, Matías Moreno, secretario de Derechos humanos de la provincia de buenos Aires destacó que “este tipo de procesos siempre son mucho más difíciles en los pueblos que en los grandes centros urbanos, porque a veces en los lugares más chicos los silencios aturden”. Por eso, se mostró conmovido por el recuerdo de mucha gente en Fátima: “Nos conmueve el amor, el reconocimiento y el homenaje a estos compañeros, a esta generación que puso en el patrimonio más grande que tiene un ser humano que es su vida en pos de un objetivo colectivo”.
Los nombres de las víctimas son: Inés Nocetti, Roberto Héctor Olivestre, Ramón Lorenzo Velez, Enrique Jorge Aggio, Ángel Osvaldo Leiva, María Rosa Lincon, Alberto Evaristo Comas, Oscar Eladio Ledesma Medina, Conrado Alzogaray, Jorge Daniel Argente, Carlos Raúl Pargas, Ricardo José Herrera, José Daniel Bronzel, Cecilia Podolsky de Bronzel, Susana E. Pedrini de Bronzel, Haydée Cirullo de Carnaghi, Carmen María Carnaghi, Juan Carlos Pasquarosa, José Jacinto Pasquarosa, Ernesto María Saravia Acuña, Norma Susana Frontini, Selma Julia Ocampo, Horacio O. García Gastelú y Marta Alicia Spagnoli de Vera. Aún quedan cinco sin identificar.
En 2008, el Tribunal Oral Federal 5 condenó a prisión perpetua a los excomisarios Carlos Enrique Gallone y Juan Carlos Lapuyole por la masacre, y absolvió al comisario Miguel Ángel Trimarchi, y en 2010, la Cámara de Casación ratificó el fallo.