La concejala libertaria Solana Marchesán (La Libertad Avanza), fue la única integrante del Concejo Deliberante en poner en duda la autenticidad del atentado sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y lo hizo con un argumento insólito.
Durante la sesión en la que se aprobó un repudio al ataque, la seguidora de Javier Milei manifestó que la pistola con que apuntaron y gatillaron a centímetros de la cara de Cristina podría no haber sido un arma real.
“La pistola puede ser de juguete o puede ser real, eso lo va a determinar la Justicia, si es que no se siguen reseteando teléfonos de fábrica por error negligencia o a propósito”, dijo.
A la vez, apuntó que “no hay lugar a posturas tibias. Cuando prueben que no fue un montaje, lo voy a repudiar con gusto”.
Durante la sesión, la radical Claudia Zakhem consideró necesario “rechazar las palabras” de Marchesan, mientras el oficialismo prefirió el silencio. “En el procedimiento y en el Código Penal, que sea un arma de juguete o apta para el disparo es un atenuante, pero no modifica la situación”, explicó la concejala de la UCR, que además es abogada.
Aclaró también que “la que se vio en riesgo fue la democracia y esa es una situación en la que no podemos mirar para otro lado”.
El día después de la sesión, Marchesan compartió en Twitter su intervención de 45 segundos, que leyó de punta a punta. Y agregó que “mientras este circo transcurre y copta las agendas legislativas, sigue creciendo la pobreza, faltan recursos clave para instituciones educativas, hospitalarias y de seguridad. Basta”.
“Esto ya es una estrategia de desvío de la atención que pone de manifiesto quiénes son funcionales al kirchnerismo. Sus posturas tibias los delatan”, siguió con su hilo. Y cerró: “Quienes estamos con @JMilei somos gente sin agenda oculta, que no le debe nada a nadie, independiente, que labura para tener lo propio y que hace un sacrificio involucrándose en política para poder contribuir a sacar el país adelante”.