Nuestro patrimonio

El escudo municipal,un símbolo de identidad con historia propia

Fue encargado por el intendente Floriano Benito López y diseñado por Antonio Capandegui en la década del 50. Regresó luego de haber sido reemplazado por una P multicolor.

Por Redacción Pilar a Diario 15 de diciembre de 2019 - 00:00


Luego de más de tres años de ostracismo, este viernes regresó el escudo municipal a los canales de contacto oficiales de la Comuna. Podría ser apenas un detalle, pero su “rescate” había sido pedido insistentemente por varios vecinos y actores sociales, tras haber sido reemplazado por una P multicolor.
La P apareció a principios de 2016, con el comienzo de la gestión de Nicolás Ducoté, y fue ganando terreno hasta reemplazar al escudo en su totalidad. Sin embargo, detrás de la insignia que ahora está de vuelta hay una historia de más de medio siglo que incluye identidad pero también lucha y resistencia.
Hasta principios de la década de 1950, Pilar no contaba con un escudo. Fue Floriano Benito López, intendente entre 1953 y 1955, quien encargó su diseño. El encargado fue el concejal Antonio Capandegui, que puso manos a la obra para dejar un estandarte que perdure a través de las generaciones.
Las figuras elegidas por Capandegui fueron la Virgen del Pilar, la cruz, el Tratado del Pilar y una paloma. Ese escudo original se mantuvo en vigencia hasta 1969, año en el que la Dirección de Cultura de la Municipalidad, asesorada por un heraldista, cambió algunos aspectos del formato, agregando la palabra “Pilar” en la parte superior del escudo y una estrella en el centro. De la misma forma, se cambiaron los colores de fondo, que pasaron a ser rojo, azul y blanco.
Antes de la llegada de la P multicolor, la única vez que se había modificado el uso del escudo fue durante la intendencia de facto de Ricardo López Herrero, entre 1981 y 1983.
Omar Bouvier, vecino con un gran conocimiento de la historia local, recuerda que con el regreso de la democracia, por propuesta del recordado José Sánchez en 1984, se resolvió por unanimidad que el escudo de 1969 quedara vigente “para todo uso oficial y representativo del Partido de Pilar”.
Así fue durante poco más de 30 años, hasta la aparición de la P, símbolo que paulatinamente ya se va retirando para dejar lugar al creado hace más de seis décadas.

Reivindicado
La historia de su mentor fue rescatada del olvido por una de sus nietas, Melina Galarza, y merece ser conocida por los pilarenses.
Floriano Benito López había nacido en 1915 en Campana. Hijo de una madre soltera, llegó a Pilar ya casado y con dos hijas, para trabajar como operario en la Fábrica Militar.
Su lucha en defensa de los derechos laborales de sus compañeros lo convirtió rápidamente en delegado, mientras abrazaba las ideas del incipiente justicialismo.
Ya militando en política, ganó cómodamente las elecciones de 1952, aquellas en las que Juan Domingo Perón fue reelecto y las mujeres votaron por primera vez.
En poco más de dos años, Floriano López ordenó la pavimentación y dio el nombre a la calle Lorenzo López. Además, impulsó y llevó a cabo un proyecto para fundar el barrio obrero, ubicado junto al tanque del agua.
Pero su buena tarea se interrumpió en septiembre de 1955, por la llegada del golpe autodenominado Revolución Libertadora.
En ese marco, el propio intendente y todos sus colaboradores fueron encarcelados por 15 días. Fue obligado a mudarse y se trasladó a Moreno, donde vivió sus últimas dos décadas. Murió víctima de una gravísima úlcera que lo había afectado por muchos años (provocada quizás por aquella traumática experiencia del ’55), dejando para la posteridad el escudo que hoy volvemos a ver. 

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