Felipe Solá logró la foto imposible. Incluso, en contra del deseo de algunos de sus protagonistas. Ayer, al presentar en Pilar su libro autobiográfico “Peronismo, Pampa y peligro”, el ex gobernador bonaerense y precandidato presidencial 2019 reunió a su alrededor a todos los dirigentes del peronismo local.
Fue ayer por la tarde, en un salón de eventos, donde había sido invitado por la Fundación Centro de Altos Estudios de Pilar, que preside el juez en lo penal Javier Antonucci.
Desde temprano, el lugar se fue poblando de dirigentes y militantes de diferentes espacios. Muchos no compartían el mismo lugar desde hacía tiempo. De hecho, algunos saludos fueron tibios y otros ni siquiera se saludaron.
Fue el propio Solá el que los llamó a la oficina en la que habló con la prensa antes de la charla con el público.
A su lado, o detrás, se acomodaron José Molina, Federico Achával, Fabián Pitronaci, Valeria Domínguez, Daniel Liberé, Iván Giordano y Christian Rasmussen, entre otros.
En la rueda de prensa, Solá dio cátedra sobre la unidad. “Es un pedido que viene de abajo hacia arriba en el peronismo y de afuera también. La gente pide unidad política a la oposición porque está terriblemente golpeada”, dijo.
“Unidad por qué”, se preguntó. “Por cómo estamos viviendo, por la calamitosa situación de muchos argentinos, derivada del desmanejo económico”, se respondió.
“¿Unidad para qué?”, siguió Solá: “Para tener un futuro gobierno sólido para enfrentar momentos muy difíciles tanto adentro de la Argentina como cuando tengamos que replantearle al Fondo Monetario un programa diferente que nos deje crecer”.
“Unidad cómo”, preguntó a su turno El Diario, a tono con el planteo. La respuesta apuntó a “la necesidad de los acuerdos”, aunque reconociendo “que no tienen mucho prestigio en la Argentina”.
“Hay un archipiélago peronista, pero hay que juntarlo en un continente. Cuando uno dice que vengan todos a la interna, ¿qué imagina?, ¿una interna de 18 personas? Es una anarquía. ¿Una interna de 4? Es una anarquía. Tal vez una de dos, o no haber interna”.
Solá aclaró que el planteo se agota en la definición del candidato presidencial. “En lo distrital, siempre las posibilidades de internas son más comunes y la gente no ve desunión porque haya interna, como pasa arriba”, diferenció. Pero opinó que este ámbito “también deben imponerse los acuerdos”, porque “el que más acuerdos consigue más sólido llega”.
Por otro lado, Solá se mostró rotundamente en contra del desdoblamiento de las elecciones locales o provinciales. “Es una barbaridad, porque implica que la elección se desarticula. Es decir que el intendente no pertenece a una política nacional, que es la que más impacta en la gente”, dijo.