El palco del desfile que inauguró el último día de las Fiestas Patronales de Pilar, al menos de la celebración secular, se convirtió en el escenario desde el que el intendente Humberto Zúccaro buscó acercar posiciones con las autoridades de la iglesia.
En el discurso que improvisó, tal como es su costumbre, el jefe comunal aprovechó para pedir disculpas al cura párroco Jorge Ritacco y al obispo Oscar Sarlinga por una serie de manifestaciones hacia ambos que había tenido en los días previos en un acto de campaña.
“Como hombre de bien, es bueno tener la oportunidad de saber pedir disculpas. Y quiero pedir, ante el pueblo de Pilar, mis disculpas como corresponde al presbítero Jorge Ritacco por algunas manifestaciones que he tenido con él en los últimos días”.
“Qué orgullo tengo como intendente de poder mirarles la cara y decirles a los pilarenses que no se me cae la cara cuando tengo que pedir disculpas”, dijo.
A la vez, llamó a la unión entre la Iglesia y el Municipio: “Hoy nuestra virgen nos tiene que unir más que nunca a ambos, al obispado, a nuestra gente del Partido de Pilar, para seguir trabajando y que nuestra Iglesia proteja a cada uno de ustedes”.
Ayer, en tanto, el intendente no participó de la procesión ni de la misa que se realizó en honor a la virgen. Según explicaron funcionarios, se debió al cansancio producido por la intensa actividad de la víspera, que terminó bien entrada la madrugada de ayer.