El descontento general de los consejos escolares contra las decisiones tomadas desde el Gobierno de Daniel Scioli en el área de Educación se suma a una catarata de conflictos que la gestión bonaerense cosechó en los últimos meses.
En las últimas horas, a los docentes que prometen no reiniciar las clases tras el receso invernal por un listado de pedidos que van desde la reapertura de paritarias a la devolución de cupos recortados a los comedores escolares, se sumaron los auxiliares con una medida similar en puerta, ante una resolución que aumenta a más de 9 horas diarias su trabajo.
A estos conflictos se suma una catarata de críticas de consejeros escolares, propios y ajenos, que remarcan que la relación entre los organismos y la Dirección General de Cultura y Educación que encabeza Nora de Lucía, es inexistente.
De la misma manera apuntan a Desarrollo Social de Eduardo Aparicio, desde donde aseguran “intentan desacreditar” la labor de los consejeros escolares.
Una muestra clara de estas diferencias se da en Pilar, donde el tesorero del Consejo Escolar, el sciolista Darío Pascual, es el primero y más punzante a la hora de las críticas hacia su propio gobierno.
“No tengo relación con La Plata”, aseguró el derquino y arremetió: “De las últimas decisiones tomadas no nos consultaron nada, no nos llaman desde Educación, ni de Desarrollo Social, no tenemos contacto con el responsable del SAE (Sistema Alimentario Escolar)”.
Al mismo tiempo, disparó: “Toman las decisiones desde los despachos y sin consultar” y lanzó: “Hay funcionarios y dirigentes gremiales que no conocen la realidad de las escuelas”.