El camino que va del sueño a la pesadilla de Gimena Guerrero tiene forma de laberinto kafkiano. Algo que debería ser un trámite sencillo y que, de repente, amenaza con hacer tambalear el momento más importante de su vida.
El reclamo de la vecina para que el Municipio desmalece y ponga en condiciones una calle pública en el barrio Fábrica Militar no encuentra respuesta. Y con él, está a punto de zozobrar su ilusión de conseguir un crédito para llegar a la casa propia.
En una carta de lectores publicada ayer por El Diario, Serrano cuenta su “sueño: tener nuestra casa propia mediante el Programa de Créditos Argentinos (Pro.Cre.Ar)”.
Tras salir sorteada en la modalidad construcción con compra de terreno, comenzó la parte más difícil, que fue la búsqueda de un lote apto y en el rango de precios fijado por el plan, bastante por debajo de lo que el mercado pretende en Pilar.
Finalmente, encontraron el terreno en el barrio de la ex Fábrica Militar. “Felices, comenzamos con todos los trámites correspondientes para completar la carpeta que solicitaba el Banco Hipotecario. Fuimos pasando las distintas etapas y llegamos a la última y más importante: escriturar”, contó Serrano.
Ese paso, último y fundamental, está trabado por un detalle: la calle que da al lote, Manuel Argerich entre San Blas y San Mateo, figura solo en los planos catastrales, ya que en la realidad es una continuidad del descampado, con pastizales y árboles.
Para abrir la calle se presentó el correspondiente reclamo ante el Municipio, que lleva el número 12449/2013. Se hizo con tiempo, en octubre del año pasado.
Aunque según la vecina, el lote “tiene al día todos los impuestos, incluso el impuesto municipal que abonan religiosamente”, a ocho meses de iniciado el reclamo no hubo respuesta. Y el tiempo apremia: si en 20 días el terreno no está escriturado –un trámite que necesita de la apertura de la calle para terminar con la agrimensura correspondiente- se caerá el crédito y con él, el sueño de la casa propia.
Ayer, entrevistada por el programa Materia Prima, de FM Plaza, inspectores de Espacios Verdes llegaron al lugar, pero habrían sido corridos a escopetazos por una mujer que se habría apropiado de otros terrenos en la zona.
Ahora, la cuenta regresiva está en marcha. Si no hay final para el laberinto kafkiano del reclamo municipal, la vecina sabe lo que pasará con su sueño: “Se irá directamente a la basura”.
20
días restan para que caduque el crédito de Procrear si no se abre la calle en la que está ubicado el terreno.