Zúccaro volvió tras la cirugía y apuntó duro a su gabinete

Encabezó el acto de efectivización de 100 empleados. Dijo que hay funcionarios que “juegan a dos puntas” pensando en el 2015. Y adelantó que en enero podría usar “la lapicera”.

5 de diciembre de 2014 - 00:00

Un día después de haber sido dado de alta tras una operación de vejiga, el intendente Humberto Zúccaro volvió ayer a la actividad en un acto. Y lo hizo con un duro mensaje político hacia sus funcionarios, a algunos de los cuales acusó de “jugar a dos puntas”.

“Recuperándome, pero muy cansado”, se describió Zúccaro, ayer por la tarde, al ingresar a la sede del Club Atlético Pilar, donde encabezó la efectivización de unos cien empleados municipales, todos ingresados en el año 2007.

La debilidad del postoperatorio, sin embargo, se le esfumó a la hora del discurso, que lo encontró con la voz enérgica para dar un mensaje duro dirigido hacia su propia tropa, pensando en el 2015

“Nunca voy a tener de rehenes a los empleados. Después de las tres de la tarde, tienen derecho estar donde crean que es mejor para el año que viene. Pero a los funcionarios les reclamo lealtad y que no se hagan los distraídos poniendo una patita en cada lado”, los reconvino.

Sin dar nombres, delante de la mayor parte de su gabinete, Zúccaro instó a los funcionarios a “sacarse las caretas”. Y llamó “a los que se hacen los tontos y juegan a dos puntas” a dar  “un pasito al costado”.

A la vez, advirtió que si nadie lo hace, “no me va a temblar el pulso para darle un boleo al que sea”.

Así, les dijo a “secretarios, subsecretarios y directores” que hasta fin de año está dispuesto a “poner la otra mejilla”. Pero que a partir de enero, utilizará “la lapicera”, en referencia a posibles despidos dentro de su mesa más chica.

“Si no lo hago así, con qué respeto me pueden mirar ustedes –les dijo a los empleados-, si los ganan en doble o el triple se la pasan todo el día en sus oficinas tomando café”.

En los últimos años, el intendente Humberto Zúccaro varias veces dedicó este tipo de mensajes públicos a sus funcionarios. A veces, como una forma de reconvenirlos para que presten más atención a sus tareas. Otras, como anticipo de un cambio de elenco.

Esta vez, el reto tiene un condimento especial, ya que se da en la antesala de un año electoral en el que se enfrentará, entre otros, a su exsocio político, José Molina, que mantiene lazos de historia y militancia con varios actuales funcionarios zuccaristas.

 

Salud

Apenas subido al escenario, tras el discurso de la directora de Personal, Paola Carbone, Zúccaro agradeció los saludos y deseos de pronta recuperación que recibió “desde todo el arco político”. “Es una muestra del fortalecimiento de la democracia que venimos haciendo”, celebró.

Abajo, en diálogo con la prensa, había reiterado que en unas dos semanas conocerá el diagnóstico del análisis que se realiza sobre el pólipo que le extrajeron de la vejiga. A la vez, dijo estar dispuesto a encarar el tratamiento que corresponda con ese cuadro.

Zúccaro fue operado de urgencia el martes, a raíz de una hemorragia urinaria, tras la que se le detectó un pólipo en la vejiga.

La cirugía estuvo a cargo del equipo de Urología del Hospital Austral, en el que trabaja el secretario de Salud del Municipio, Pablo Atchabahián. Según se informó, se sometió a una resección transuretral, una técnica mínimamente invasiva que le permitió una rápida recuperación. Así fue que a 24 horas de salir del quirófano pudo dejar el hospital y un día después, retomar la actividad.

 

1.500

pesos será el bono que recibirán los empleados municipales. Se pagará antes del 28 de diciembre.  

 

“Vamos a pagar el bono no por pedido de Sergio Massa sino porque es justo”.  

HUMBERTO ZÚCCARO

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