Los últimos 6 meses han sido desastrozos en la vida institucional de Fénix, que después desencadenó en la pobre campaña realizada en el último Torneo Transición de la Primera B Metropolitana.
Las mentiras siguen a la orden del día, porque aquellas promesas a las que se habían comprometido a solucionar la anterior Comisión Directiva, continúan con las nuevas autoridades.
La crisis institucional se desencadenó desde que la Agrupación Vamos Fénix, conformada por los socios de Pilar, reclamó en dónde estaban asentados los asociados del distrito para poder participar de la Asamblea general del 22 de octubre pasado. Pero después de una reunión caldeada por el desorden administrativo que encontraron los socios pilarenses, llegaron a un acuerdo con los dirigentes y ante escribano público de postergarla por 30 días.
Sin respuestas
Pero todo sería una mentira más, porque el 26 de noviembre se iba a presentar la lista de Vamos Fénix contra la oficial, encabezada por Carlos Vázquez. La lista de Vamos Fénix fue impugnada debido a que la mayoría de los socios estaban morosos, no figuraban en el libro de socios o no completaban los requisitos establecidos por el estatuto del club. Esta situación, al ver que los dirigentes no se hicieron cargo de las promesas, desencadenó en que la masa societaria pilarense se presentara ante la Inspección General de Justicia (IGJ) para que se normalice la situación institucional.
A ello se sumó la carta que enviaron los jugadores del plantel profesional, quienes reconocieron y se hicieron cargo de la pobre actuación que tuvieron en el campeonato de la B Metropolitana, donde finalizaron últimos en la Zona A con 15 puntos.
Entre los pedidos destacaban el abandono de los dirigentes (falta de ropa de entrenamiento y elementos para las prácticas, viajar por su cuenta a los estados donde jugaban los partidos, entre otras), además de la deuda económica que todavía no fue saldada.
Por ello, los jugadores decidieron recurrir a Futbolistas Argentinos Agremiados para intimar al club en el pago de sueldos y saldar la deuda de dos meses y medio. Pero aún siguen sin respuestas.
Tras finalizar el pobre torneo, el 26 de noviembre se llevó a cabo la Asamblea de socios (habilitados) en la sede de Buenos Aires, donde se proclamó como presidente a Vázquez.
Promesas incumplidas
Con su asunción todo parecía encaminarse a consolidar una Comisión Directiva compartida, de la que formarían parte algunos representantes de Vamos Fénix, ya que el flamante presidente tenía 10 días para conformar la nueva comisión.
Y ello era factible luego que Vázquez se comunicara con quien encabezaba la lista de Vamos Fénix, Hernán Pachelo, pensando en un trabajo en conjunto.
Además, le confiaba su intención de ser locales en Pilar para no andar deambulando por varias canchas. Esta fue la última gran mentira de los dirigentes. Ayer se informó que Fénix será local en Comunicaciones.
Además, aprobaron la llegada del gerenciador Alfredo Asad, personaje muy cuestionado en Platense y Colegiales, que ya metió mano y desafectó al total de los jugadores, además de la salida del técnico Guillermo Comezaña.
El propio Asad confirmó a Gustavo Cisneros como entrenador, quien manejará el grupo de jugadores que él mismo traerá y echando bajo tierra el regreso a Pilar, porque será local en Comunicaciones.
Un final infeliz para un Fénix que se despide de Pilar, tras 16 temporadas. La mentira fue el principal argumento de una dirigencia que no se sabe con qué fines, borró de un plumazo una era gloriosa para el fútbol de nuestra ciudad.
Responsables de acá
La decisión de erradicar a Fénix de Pilar fue tomada por la CD. Cuando podría pensarse que fue por voluntad exclusiva de los dirigentes porteños, la realidad indica que fue un trío pilarense el que dio impulso a esta medida, dejando a su ciudad sin fútbol de AFA.
Ellos son Alberto Mateo, Pedro Camino y Jorge Colqui. Los tres apoyaron la iniciativa de que el club se aleje de Pilar.