por Diego Schejtman [email protected]
Pocas veces como este año, tantos dirigentes políticos locales estuvieron pendientes de la decisión de un solo hombre. Uno que, hasta ahora, no parece dispuesto a salir de su aparente calma, a pesar del apuro del coro que lo rodea, al borde de un ataque de nervios.
El intendente de Tigre, Sergio Massa, postergó una vez más las definiciones que había amagado con tomar este fin de semana. Y en Pilar, volvió a dejar en vilo a un importante sector de la política que incluye al zuccarismo, el kirchnerismo y buena parte de la oposición a ambos.
Esta semana, el propio Humberto Zúccaro dijo tener una decisión tomada en su mente respecto a su alineamiento político, por primera vez en duda desde que en 2003 abrazó al tándem conformado por Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner y que en el 2005 optó por este último tras la definitiva ruptura.
Cerca del jefe comunal, juran que la decisión que se guarda para sí lo tiene mucho más cerca del Delta que de la Rosada. Y que solo espera una definición inequívoca de Massa para cruzar el Rubicon a su zaga.
Uno de los hombres de confianza del jefe comunal, confió que en caso de que el líder tigrense decida dar la batalla por fuera de la estructura del PJ, podrá contar con Zúccaro como uno de sus generales.
Más complicado ve el panorama, sin embargo, en una eventual batalla interna dentro del propio peronismo, o más aún si Massa decidiera acordar con el kirchnerismo.
Encrucijada
Dos de los tres escenarios posibles respecto al futuro del massismo cambiarían dramáticamente la ecuación política para el kirchnerismo.
La única posibilidad de que nada pase es que Massa termine acordando con el Gobierno o decidiendo no jugar sus chances electorales este año, lo que a la sazón tendría el mismo efecto.
En ese caso, a lo sumo, los K deberían focalizarse en la pelea por lugares en las listas. De hecho, no son pocos los dirigentes que creen que las recientes críticas de Zúccaro a la Presidenta y su alineamiento con Massa no son más que pirotecnia para evitar que la Nación condicione el armado local.
De todos modos, en un escenario en que el zuccarismo salte directamente a la oposición –tanto sea yendo por afuera del PJ como diputando una interna- los llamados “kirchneristas puros” tendrán cancha abierta para armar una lista propia.
La tarea tampoco les resultará sencilla. Sin figuras conocidas capaces de mover la aguja por sí mismas, los kirchneristas pilarenses deberán, en ese caso, instalar a sus candidatos contrarreloj. Y dependerán exclusivamente del arrastre de la lista provincial, contra el influjo de un eventual corte de boleta impulsado por el zuccarismo.
Teoría del pincel
Ya se dijo que hay una parte de la oposición que también está pendiente de lo que Massa finalmente decida. Es la que adscribió sin derecho de inventario al Frente Renovador Peronista, la herramienta electoral con la que el intendente de Tigre amaga bajarse del barco del PJ para hacerse por sí mismo a la mar.
En Pilar, el sector tiene algunas caras visibles. Las de los concejales Gustavo Trindade y Noemí Barrio son de las que más trascienden. El senador provincial Jorge D’Onofrio, de reciente asentamiento en Pilar, también transita ese camino, aunque no en completa sintonía con los ediles antes nombrados.
Los tres tienen un destino común que –a esta altura de la nota ya no puede generar sorpresa- está atado a las decisiones de Sergio Massa. Es que el trío verá este año vencer sus respectivos mandatos legislativos, que no pierden la esperanza de renovar, lista sábana mediante.
Así, en caso de que el tigrense decida meter en el freezer a su Frente Renovador, sus seguidores se verían en la encrucijada de tener que volver a lugares de los que se fueron azotando puertas o, como se dice en el barrio, quedarán colgados del pincel, sin escalera que los sostenga en las alturas.
Por ahora, los tres se ufanan en las redes sociales, aunque con medias palabras, dejando entrever la seguridad de que la taba caerá para ellos del lado de la suerte.
Mientras tanto, Massa sigue empecinado en su silencio, tironeado por asesores, encuestadores, expertos norteamericanos, intendentes y legisladores de pelaje diverso que intentan develar el mensaje que se esconde tras su sonrisa pronta para el afiche.
Por más extraño que parezca, ninguno de los escenarios planteados –aunque contradictorios entre sí- se parece descartar del todo. No, al menos, hasta que hable el propio Massa, que puede navegar muy cómodo encerrado en su propio enigma.
Cronograma
Los tiempos políticos se van achicando
A esta altura del año, varios de los primeros hitos del cronograma electoral ya fueron tachados del calendario. El último fue el plazo para la convocatoria a la Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, formalizada esta semana por el Gobierno, que apuró el plazo para hacerlo, que recién vence mañana. Según la ley provincial, las bonaerenses se realizan el mismo día que las nacionales, por lo que ya están convocadas.
El próximo gran momento llegará el 12 de junio. Ese día vence el plazo para la conformación de alianzas y adhesiones, una danza que dará mucho qué hablar durante los próximos 30 días.
Casi tanto como el cierre de las listas de precandidatos a las PASO, que se dará unos días más tarde, el 22 de junio.
Las elecciones primarias, en tanto, se realizarán el 11 de agosto. Allí se definirá a los candidatos que competirán finalmente en las generales del 27 de octubre.