Tienen 18 y 20 años

Dos jóvenes apuñalados tras enfrentar a delincuentes

Fueron agredidos cuando intentaban defender a su familia del ataque de una patota que incluso trató de prenderles fuego la casa. Ocurrió en William Morris.

Por Redacción Pilar a Diario 23 de junio de 2020 - 08:12

Dos jóvenes de 18 y 20 años resultaron heridos luego de que una patota intentara prender fuego y apedreara la vivienda de su tío, que días antes había enfrentado al grupo de agresores, acusándolos de robarle algunas pertenencias.
El hecho comenzó el lunes pasado cuando un hombre enfrentó a un joven cuando intentaba robar en su negocio. Días después, un grupo de personas se acercó hasta su vivienda ubicada sobre la calle Santa Julia al 2000, en el barrio William Morris de la localidad de Del Viso y, además de intentar prenderla fuego, agredieron a puñaladas a sus sobrinos.
Así lo relató Cintia, una de las víctimas de la salvaje agresión, quien en diálogo con El Diario explicó que “nos tiraban piedras, botellas, tiros. Estábamos nosotros adentro de la casa, mi mamá, mi hermana y yo, que tengo una nena de un año y otra de ocho años, no podemos dormir porque nos amenazan”.
El desencadenante habría sido que el lunes 15 de junio, un vecino vio cómo un joven intentaba robarle. Al enfrentarlo, el presunto delincuente lo agredió a golpes.  Días después, el jueves, unas nueve personas, entre hombres y mujeres, llegaron hasta su casa y, sin miramientos, comenzaron con el ataque.
En medio de la brutal agresión fue que dos jóvenes de 18 y 20 años, sobrinos del hombre que había sido víctima del robo, resultaron heridos. Uno de ellos sufrió al menos cuatro heridas punzantes. Ambos debieron ser trasladados hasta el Hospital Sanguinetti. Sin embargo, a pesar de haber radicado la denuncia, los familiares de los dos jóvenes agredidos, temen mayores represalias y aseguran que no pueden vivir tranquilos y es por eso que decidieron hacer público lo que vienen sufriendo hace ya varios días.
En este sentido, la mujer entrevistada por El Diario aseguró que “a mi papá siempre le robaban, entraron a mi casa y le robaron todo. Son chicos del barrio que hace poco salieron de estar presos y vuelven a la noche a amenazar, estoy desesperada y la policía no hace nada”.
“No tenemos un re caserón (sic), tenemos una casilla que se nos cae a pedazos. Vivimos todos en el mismo terreno. Acá no hay seguridad y estamos cansados de que esta gente entre a robar a la madrugada. Se llevan las bicicletas, los celulares, es todo un problema”, añadió.
Tal es el miedo que tiene Cintia que a sus dos hijas más grandes- de 17 y 8 años- las llevó a las casas de otros familiares para que estén seguras. Mientras tanto, espera que las autoridades policiales tomen cartas en el asunto para poder vivir tranquila junto a su familia. 

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