En la tarde de ayer, una docente jubilada fue asaltada y maniatada en su casa en el barrio Vicente López en centro de Pilar. Los delicuentes, que actuaron armados, se llevaron dinero y pertenencias de valor.
El hecho se produjo pasadas las 15 en una vivienda ubicada en la calle Mendoza, esquina San Luis, cuando Gabriela Costa abrió el portón de su garaje para que ingresaran dos jardineros a su casa.
Mientras estaba en el parque de la vivienda y con el portón todavía abierto, ingresaron dos delincuentes armados y a cara descubierta que la sorprendieron por la espalda. Estaba hablando con los jardineros cuando un hombre me agarra el cuello de atrás y siento que me apunta con un arma de fuego”, relató la mujer a El Diario.
En tanto que el segundo ladrón redujo a los parquistas, obligándolos a permanecer en el piso boca abajo.
Durante los 10 minutos que duró el asalto, Costa fue obligada a entregarle dinero y objetos de valor al delincuente, de aproximadamente unos 30 años, que la condujo encañonada por toda la casa en busca de más pertenencias y dinero.
En un momento, al ingresar a la habitación, el hombre le ató las manos con una prenda de la víctima mientras le exigía más dinero.
“Me pedían que les diera dólares y yo le explicaba que soy jubilada, que no tenía más plata de la que le entregué”, recordó. Aunque señaló que los delincuentes actuaron con tranquilidad, afirmó que la amenazaron con matarla si no entregaba el dinero. “Soy diabética e hipertensa, me empecé a descomponer y ahí me dijo que me tranquilizara”, relató.
Cuando habían transcurrido algunos minutos, un tercer ladrón que permanecía en la puerta de la casa en un auto negro, ingresó a la vivienda para sumarse al asalto. Entre los tres, se llevaron computadoras, celulares, relojes, consolas de juego, alhajas y unos 30 mil pesos en efectivo, para luego escapar en el vehículo en dirección al fondo de la calle Mendoza.
La denuncia fue radicada en la Comisaría Pilar 1º. “No tenemos cámaras de seguridad en esta zona, estamos a la deriva”, reclamó la víctima y sumó: “antes se veía más patrullaje, ahora nunca pasa nadie”.