La obra se recuperó pero lo autores no fueron identificados
Un robo de arte millonario: dos mujeres despechadas y varios cabos sueltos
Se cumplen 11 años del robo de cuadros valuados en 4 millones de dólares pertenecientes al médico Omar Mantovani, quien era el segundo mayor coleccionista del país.El 30 de noviembre de 2009, la tranquilidad habitual de la casona de 5 mil m2 -en Víctor Vergani e Hipólito Yrigoyen- se vio quebrantada por la irrupción de seis delincuentes armados que ocho horas después terminarían concretando el robo de arte más grande de la historia argentina. El botín estaba valuado en 4 millones de dólares.
Esa noche, su propietario, el médico Omar Mantovani –fallecido en 2018- no se encontraba en la mansión. Sí descansaba el matrimonio de caseros que históricamente trabajaron para la familia, quienes fueron maniatados y encerrados por los delincuentes que en su violento accionar llegaron a matar a golpes a la mascota del hogar. En la banda, según el testimonio, había al menos dos personas con conocimiento sobre arte.
El botín fue transportado en dos vehículos una vez retirado del museo privado de 800 m2, donde la familia Mantovani coleccionó por más de 60 años obras de artistas plásticos argentinos y porcelanas europeas, de Francia y Australia. Muchas de ellas fueron adquiridas por los padres del médico, quien con el correr de los años fue ampliando el patrimonio.
En total, los delincuentes sustrajeron 31 cuadros de Berni, 11 de Raúl Soldi, dos de Spilimbergo - uno llamado “Joven” y valuado en 100 mil dólares-, tres de Jorge El Arco, tres de Antonio Alice, dos de Reynaldo Giudici, dos de Horacio Butler, dos de Miguel Victorica y uno de Emilio Centurión, entre otros.
Además, se robaron 75 mil dólares, 3.500 euros y 25 mil pesos en efectivo, esculturas de bronce, porcelanas, un cáliz de oro, un vestido de obispo con hilos de oro y varias figuras religiosas. Según Interpol, fue el más importante del país, incluso superando al del Museo Nacional de Bellas Artes y lo denominó “El robo del Siglo”.
Cinco meses después del hecho, casi la totalidad de las obras fueron recuperadas en un galpón del partido de Moreno, aunque buena parte en malas condiciones. Muchos cuadros aparecieron orinados y con cortes provocados adrede. Y tiempo después se produjeron las únicas cuatro detenciones por el caso. Los autores materiales nunca fueron arrestados.
Despecho
Al inicio de la pesquisa, un dato particular llamó la atención de los investigadores. Guillermo Tellier, empleado de gran confianza de Mantovani tampoco había estado en la casona. Al día siguiente, declaró que había permanecido toda la noche en el bingo con su novia y se mostró reticente a entregar su teléfono celular para ser investigado.
Las sospechas terminaron de tomar forma cuando se comprobó que aquella noche estuvo en contacto con dos hombres de apellido Jara –padre e hijo- propietarios de una joyería de Merlo, donde se presumía habían sido fundidas las piezas de oro sustraídas de la casa.
Pero lo que determinó las detenciones fue el papel clave de dos mujeres. Una de ellas, la novia de Tellier a quien un tiempo antes su pareja le había confesado su participación en el robo.
La mujer, quien habría sido víctima de violencia de género por parte de Tellier, terminó contándole a la policía lo que sabía y esto fue suficiente para que el hombre fuera acusado y luego condenado como entregador. Años más tardes, murió cumpliendo su condena.
La segunda de las mujeres fundamentales para dar con parte de la banda fue la exesposa de Adrián Hernández Hanza, otro de los autores intelectuales del robo. Hasta ella llegaron luego de que Mantovani recibiera un DVD con fotos de las obras, en una suerte de pedido de rescate para recuperarlas enviado por los delincuentes.
En las imágenes se podía ver parte del galpón que alojaba los cuadros, que la citada mujer reconoció como propiedad de su exsuegro. A raíz de esto, Hernández Hanza fue detenido.
En lo que respecta a los Jara, la investigación determinó que fueron quienes contrataron a ocho personas que hicieron la logística y concretaron el robo. Gastón, el hijo, fue condenado en 2012 a cuatro años de prisión por la autoría intelectual.
En tanto que su padre, Norberto Hugo, fue condenado en 2013 a siete años de prisión por el mismo delito. Los autores materiales del robo nunca fueron encontrados.
Destino incierto para una colección invaluable
La de Mantovani es la segunda colección privada de arte del país, después de la de Eduardo Costantini. En contadas ocasiones parte de las obras fueron exhibidas. Entre ellas, en una muestra organizada en Espacio Pilar en septiembre de 2010.
En 2013, 70 de sus obras fueron expuestas en la muestra “Autorretratos, retratos y figuras” de los más reconocidos artistas argentinos del Siglo XX, que se realizó en el pabellón de la UCA.
El 3 de noviembre de 2018 Omar Mantovani falleció de una enfermedad terminal. Soltero y sin hijos, no hay precisiones acerca del destino de su valiosa colección de arte privada.