Zelaya, un pueblo que siempre se caracterizó por su tranquilidad y sus frondosos árboles, está sufriendo hace ya un tiempo, hechos de inseguridad que pusieron en alerta a toda la comunidad. Ante esta situación, y por la falta de respuestas del estado municipal, decidieron lanzar un petitorio a través de la plataforma Change.Org bajo el título de “Pedido de Seguridad en Zelaya. Volver a tener Cámaras, móviles y personal en la comisaría”. Hasta anoche, al cierre de la presente edición, había logrado reunir unas 120 adhesiones.
La decisión fue tomada por un grupo de frentistas luego de haber sufrido al menos un robo por día en las últimas semanas. Cansados y sin saber qué otra medida tomar, ya que agotaron las vías formales de reclamo, crearon un petitorio en el cual no solo hacen referencia a los robos que tuvieron lugar en las últimas semanas, sino a hechos que vienen ocurriendo desde agosto del año pasado.
“En agosto de 2018, la casa de una maestra sobre la calle Casco, en cercanías de la parroquia, fue el primer caso conocido. A la maestra la ataron y le vaciaron la casa. Hechos de inseguridad y vandalismo son moneda corriente hoy en Zelaya”, reza el texto del petitorio que tiene como principal destinatario al intendente Nicolás Ducoté.
En diálogo con El Diario, Denise, una de las vecinas que lleva adelante la iniciativa y que sufrió muy de cerca un violento asalto, explicó que tomaron esta decisión el fin de semana pasado, cuando se reunieron para - de manera irónica - celebrar el primer aniversario desde que dejó de pasar el colectivo por determinadas arterias clave de la localidad.
“Estamos sufriendo situaciones de inseguridad casi todos los días, desde un vecino al que hoy le rompieron el alambrado y le sacaron la cortadora de césped y otras cosas del jardín, hasta un chico que estaba en la parada al mediodía y se le acercó un muchacho, le puso una navaja en la cara, lo amenazó y le sacó el celular”, detalló.
Y agregó: “Después tenemos situaciones más graves como la que vivió mi papá que le entraron tipo grupo comando a las 4 de la mañana, lo ataron, lo apuntaron con un arma en la cabeza y le desvalijaron la casa. Hace poco también entraron a una vivienda y robaron un camión de uno de los vecinos, y este tipo de situaciones nos están pasando todos los días”.
Para los vecinos, el incremento de los hechos delictivos tiene que ver con distintos factores, entre los cuales destacaron la falta de patrullaje, la falta de luminarias y que las únicas tres cámaras que tiene la localidad fueron retiradas para colocar fibra óptica, pero hace más de un año, y no volvieron a recolocarlas.
En este sentido, la mujer comentó: “Hablamos con concejales oficialistas, con el comisario y algunos vecinos se lo plantearon directo al intendente. Yo en particular lo hablé con el delegado, con la concejal Claudia Zakhem y con el comisario y lo que nos dijeron respecto a las cámaras es que las van a volver a poner, que tengamos paciencia. Pero imagino que en el barrio donde vive el intendente si sacan las cámaras para arreglarlas no los dejen un año sin cámaras”.